El proyecto de canal interoceánico que la concesionaria china HKND inauguró hace dos años en Nicaragua para abrir una ruta alterna a la panameña en 2020, no avanza pero mantiene alerta a miles de campesinos amenazados con expropiaciones de tierras.

"Efectivamente no hay ninguna evidencia del inicio del canal", pero sería un error considerar que el proyecto "es un cuento chino, porque la ley de concesión que el gobierno entregó a HKND sigue vigente", dijo a la AFP la abogada de los campesinos que se oponen al canal, Mónica López.

El proyecto, que HKND prometió construir en un tiempo récord de cinco años con el trabajo de 50.000 obreros, de los cuales 12.500 serían chinos calificados, se encuentra enfrascado en estudios técnicos, mientras crecen las dudas sobre la capacidad de la concesionaria para reunir los 50.000 millones de dólares que se requieren para la ejecución de la obra.

El canal "sigue siendo una tentación (un sueño) para el país", dijo recientemente a un medio televisivo el asesor económico del gobierno Bayardo Arce, quien admitió que el proyecto no figura en los planes oficiales de expansión económica de los próximos cinco años.

La AFP intentó sin éxito varias veces localizar al portavoz de la Comisión del Gran Canal, Telémaco Talavera, para conocer el avance del proyecto.

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