Los canales del centro histórico de Amsterdam se sumaron en Brasilia a la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco, una distinción que se perseguía desde el año 2006 y que fue recibida con alegría en la capital holandesa.
Este reconocimiento al valor cultural de estos canales del siglo XVII, convertidos en símbolo de la ciudad, supondrá para Amsterdam la financiación por parte de la Unesco de las obras de restauración y mantenimiento de los mismos, además de un importante impulso para el turismo.
Con esta incorporación, los canales de Amsterdam serán el noveno bien cultural holandés incluido en la lista de la Unesco, entre los que también se encuentran el Mar de Wadden, los molinos del Dique Kinder, la Casa Rietveld-Schröder de la ciudad de Utrecht y la antigua Línea de Defensa de la Ciudad de Amsterdam.
La portavoz del Ayuntamiento de Amsterdam Gehrels Alderman Carolien declaró a la agencia ANP estar "encantados" con el reconocimiento "de valor cultural e histórico" de los canales.
Señaló que la ciudad es un "espacio para la creatividad, la diversidad y la mente sana", y manifestó que la distinción es un "apoyo importante".
Confió además en que la designación atraiga a más a turistas "de todas partes del mundo" a los "pintorescos canales", que para los extranjeros simbolizan a Holanda "tanto como los campos de tulipanes y los molinos de viento", indicó.
La aceptación de los canales de Amsterdam como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco fue vinculada a fuertes exigencias y las voces más críticas temen que la ciudad acabe transformándose en un "museo viviente".
El fundador de la plataforma Ai!LoveAmsterdam, Marko Van Kampen, manifestó a ANP sus temores de que este reconocimiento conduzca a una "mayor regulación" que afecte a los negocios del centro histórico y que aproxime el perfil de la ciudad al de Brujas (Bélgica) o Salzburgo (Austria).
Lamentó que cada vez se permitan menos terrazas en torno a los canales, lo cual a su juicio espanta a los turistas, y que la designación de la Unesco introduzca nuevas restricciones.
La Asociación de Amigos del Centro de Amsterdam, por su parte, tiene esperanzas de que ahora más turistas acudan a la ciudad interesados por la cultura y los museos, y no tanto por los "coffeeshops" -establecimientos donde está permitida la venta y consumo de marihuana- y los prostíbulos del Barrio Rojo.