El movimiento islamófobo alemán Pegida canceló su tradicional marcha de los lunes en Dresde por amenazas de atentado, comunicaron hoy los organizadores a través de su página en la red social facebook.
Según supo dpa, la inteligencia alemana recibió el viernes información de servicios extranjeros sobre una amenaza concreta contra el líder del movimiento, Lutz Bachmann.
El anuncio se produjo días después de que las autoridades germanas confirmaran haber sido advertidas por servicios secretos extranjeros de posibles atentados a las manifestaciones semanales de los islamófobos en Dresde y a las estaciones ferroviarias de esta ciudad y de la capital, Berlín.
Según el semanario Der Spiegel, los servicios extranjeros interceptaron "comunicaciones de conocidos yihadistas internacionales" en las que debatían la posibilidad de atacar a los islamófobos en Dresde.
El movimiento Pegida, acrónimo en alemán de "Europeos Patrióticos contra la Islamización de Occidente", explicó en la red que había sido imposible organizar un operativo de seguridad eficiente en tan poco tiempo. "Por ello nos parece una falta de responsabilidad exponer a nuestros simpatizantes y a nuestra ciudad a riesgos imponderables".
El movimiento Pegida sale desde mediados de octubre a la calle en la ciudad de Dresde, en el este del país, para protestar contra la llegada de refugiados y inmigrantes y dar rienda suelta al temor de que el islam cobre mayor influencia en Alemania.
Ciudadanos descontentos con la política tradicional, pero también ultraderechistas del Partido Nacional Democrático y neonazis, se han sumado a la marcha que el lunes pasado convocó a un récord de 25.000 personas.
El ascenso de Pegida ha desatado fuertes reacciones de los partidos políticos y de muchos sectores sociales, que organizan contramanifestaciones todas las semanas en favor de una sociedad abierta y solidaria.
Dresde no encuentra paz en estos días. El sábado, varios miles de personas se manifestaron para honrar la memoria de un refugiado de Eritrea que murió apuñalado en la calle en circunstancias que aún son investigadas.
El joven de 20 años fue hallado sin vida el martes pasado por la mañana delante de una casa en un barrio de Dresde. La noche anterior había salido de la vivienda que compartía con otros siete refugiados para hacer una compra en un supermercado cercano.
Los manifestantes expresaron el temor de que el eritreo hubiera muerto a manos de racistas. "Los extranjeros tienen miedo, ya sea con pasaporte alemán o con documento de refugiado en el bolsillo", sostuvo Ali Moradi, gerente del Consejo de Refugiados de Sajonia.
Moradi dijo que siempre hubo xenofobia en el estado de Sajonia, antes de que surgiera Pegida. "Pero esto es insostenible. Desde que comenzó Pegida, los extranjeros son insultados e incluso escupidos. El que tiene otro aspecto no es bienvenido aquí".
La policía está en la mira de las críticas. En una primera reacción, los agentes dijeron que no había indicios de violencia pero una autopsia reveló que el joven murió a causa de puñaladas en la garganta y en el pecho. La fiscalía no tiene indicios ni del autor del hecho ni de los motivos.