La canciller argentina, Susana Malcorra, intentaba retomar las riendas de su ministerio después de una serie de decisiones que hicieron cuestionar su gestión, tanto al interior de esa cartera, como en los medios y desde otras instancias políticas transandinas. Y la medida más potente que estaría considerando es la salida del vicecanciller Carlos Foradori , algo que el diario transandino Clarín da por hecho aunque todavía no se concreta.

Las críticas contra Malcorra llegan por el explícito apoyo a Hillary Clinton en la campaña presidencial norteamericana; por el acuerdo con el gobierno británico sobre Malvinas, que incluye la explotación conjunta de recursos de pesca, hidrocarburos y comercio, algo que fue duramente cuestionado desde el Congreso, y por su fracasada postulación para la secretaría general de Naciones Unidas.

De hecho, el gobierno de Mauricio Macri quedó mal parado tras el triunfo de Donald Trump, ya que pocas horas antes la canciller Malcorra declaró que "si hubiera una decisión por parte del electorado del pueblo norteamericano de votar hacia un modelo más cerrado, más aislacionista, xenofóbico, va a tener un impacto en el mundo", en clara referencia al republicano. Y cuando ya se sabía que la candidata demócrata había perdido, Malcorra dijo que era "una pena" que una mujer "preparada" como Clinton no llegara a la Presidencia.

Por otra parte, el diario La Nación reveló el lunes que Malcorra gastó alrededor de US$ 87.000 del Estado en su campaña para la ONU, aunque finalmente el que se quedó con el cargo fue el portugués Antonio Guterres.

En ese empeño por "apuntalar su poder interno", según La Nación, la canciller nombraría un nuevo vicecanciller y un nuevo jefe de gabinete el Ministerio de Relaciones Exteriores. El problema es que el posible saliente Foradi "fue el que en rigor más forjó lazos con el equipo de campaña de Trump".