El ministro de Relaciones Exteriores británico, David Miliband, consideró renunciar la semana pasada al gobierno, al mismo tiempo que lo hizo el ministro de Trabajo y Pensión, James Purnell, en medio de la profunda crisis política que atraviesa la administración de Gordon Brown y que se acrecentó tras la derrota en las elecciones europeas y locales de la semana pasada.
Miliband declaró al periódico inglés The Guardian, que, aunque, llegó a una conclusión diferente, pensó hacer lo mismo que Purnell y que por eso respeta la decisión de ex ministro.
"James (Purnell) tomó su decisión con buena fe, yo tomé la mía también en buena fe", declaró el jefe del Foreign Office. Miliband admitió, además, que discutió su decisión con otro mimbro del gabinete, el ministro de Negocios, Peter Mandelson.
El canciller británico explicó que finalmente determinó quedarse en el gobierno el día de las elecciones europeas y locales de Inglaterra, el pasado 4 fe junio. "Tomé mi decisión el jueves. A veces uno toma una decisión con mucho planeamiento y cálculo, y en otros casos uno debe decidir más rápido", sentenció.
PIDE AYUDA PARA BROWN
La crisis que sacude a la administración de Brown se debe a la baja popularidad del líder laborista y al escándalo causado por la publicación de los excesivos gastos personales que varios funcionarios del gobierno hicieron durante el año pasado.
En la entrevista, el ministro de Exterior afirmó que la cuestión del liderazgo del Partido Laborista genera fuertes pasiones dentro de la agrupación. "Esto divide a la gente que está unida y genera sentimientos apasionados en unos y otros", agregó.
Sin embargo, subrayó que es importante ahora que el laborismo apoye a Gordon Brown al frente de la agrupación. "No podría ser más urgente apoyar a Brown, a sólo 11 meses de las próximas elecciones generales, luego de que hayamos obtenido el 15% del voto a nivel nacional, y después de haber terminado segundos en Gales y que sólo una en 20 personas votaron por nosotros", destacó el ministro.