La Canciller de Colombia, María Angela Holguín, aseguró hoy en la ONU que, pese al anuncio de diálogo entre su gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), las autoridades van a seguir persiguiendo a los guerrilleros.
"Lo que buscamos realmente es el fin del conflicto, no su prolongación. No va a haber cese en ningún momento de la persecución a las Fac y a toda la delincuencia", dijo Holguín a la prensa a la entrada del Consejo de Seguridad, donde participa en una cumbre ministerial para analizar la situación humanitaria en Siria.
La ministra pidió en cualquier caso cautela y "esperar unos días" para tener "claridad sobre lo que es" el anuncio del diálogo, pero aseguró que "todos los colombianos lo único que deseamos es ver la paz en Colombia y que realmente podamos ver una luz".
"Ha habido los primeros acercamientos y vamos a ver en los próximos días los resultados", dijo Holguín, quien abogó además por "aprender de los errores del pasado, de todos esos procesos de paz que desafortunadamente nunca llegaron a nada".
Para la ministra, se deben "tomar esos errores y mirar cómo se puede llegar a un final feliz para Colombia, que tanto lo necesita", mientras destacó que el Presidente Juan Manuel Santos tiene el "mandato constitucional de buscar la paz en Colombia" y subrayó que tiene "muy claro" ese objetivo.
Por otro lado, Holguín dijo no haber tenido contacto alguno durante su visita a la ONU con representantes del organismo para analizar las perspectivas de diálogo abiertas en Colombia, después de que ayer el secretario general, Ban Ki-moon, ofreciera su mediación.
Santos y las Farc alcanzaron un acuerdo por el que los delegados del gobierno y los guerrilleros formalizarán la mesa de conversaciones en Oslo y luego la trasladarán a La Habana, que será la sede permanente del diálogo, según un documento divulgado el miércoles por la emisora de radio RCN.
Según ese informe, las conversaciones de paz tendrán el apoyo de los gobiernos de Cuba, que las acogerá, y de Noruega, en ambos casos como "garantes", así como de Venezuela y Chile como "acompañantes".
La guerrilla está en armas desde 1964 y cuenta con unos 8.500 combatientes, según cifras militares.
Desde 1982, el Estado colombiano y los insurgentes han buscado en tres ocasiones una salida política a la confrontación, la última de ellas en un largo proceso en un caserío selvático de San Vicente del Caguán, eje de una zona de distensión de 43.000 kilómetros cuadrados que las Farc dominaron durante más de tres años.