Por más de dos horas declaró en el 34° Juzgado del Crimen de Santiago el canciller del Arzobispado, Hans Kast, para entregar su testimonio ante la ministra en visita que lleva el caso de Fernando Karadima. A la salida de la diligencia fue bastante cauto en sus palabras y se limitó a afirmar que espera que se conozca la verdad.
"Esperemos que se haga justicia, que se conozca la verdad, la verdad nos hace libres", dijo el religioso, quien al mismo tiempo aseguró que ratificó todos sus testimonios anteriores. "Yo colaboro con la justicia y ratifico todo lo que habia dicho", sentenció.
En mayo del año pasado, Kast declaró ante el fiscal Xavier Armendáriz, haber sido testigo de actos impropios de Karadima con jóvenes adultos, convirtiéndose en el primer alto funcionario del clero en declarar en contra del ex párroco de El Bosque.
En febrero viajó a Washington D.C. para conocer las medidas de prevención de abusos que tomó la Iglesia en ese país tras la crisis de denuncias contra religiosos.
Esta es la segunda ronda de declaraciones tomadas por la jueza Jéssica González, en donde destacarán los testimonios de sacerdotes pertenecientes a la Unión Sacerdotal y formados por Karadima, que reunirán todos los antecedentes necesarias para establecer la fecha de los careos de los denunciantes con el ex párroco de El Bosque.
FUNCIONES DEL CANCILLER
El cargo de Hans Kast debe organizar y custodiar todos los documentos y actas concernientes a la Arquidiócesis y las Parroquias y entes Canónicos. De ahí que tenga un archivo propio, en que se guardan carpetas con documentos y escrituras particulares de cada parroquia, sacerdote y departamento.
Redacta las actas y documentos referentes a decretos, disposiciones y obligaciones; dando así fe pública de lo que se expresa o autentifica, de manera que tengan efectos jurídicos.
El canciller está llamado a velar por el Archivo Diocesano que incluye el Archivo Corriente, el Archivo Temporal y el Archivo Histórico según las normas del CIC y de la Santa Sede.