Uruguay ya no recibirá reclusos de la cárcel de Guantánamo, informó el lunes el canciller Rodolfo Nin Novoa, luego de la polémica llegada al país de seis presos liberados por Estados Unidos durante el gobierno de José Mujica (2010-2015).
"No van a venir más presos de Guantánamo, eso es definitivo", dijo Nin Novoa a periodistas al término de una reunión de gabinete en Punta del Este, según imágenes de canales locales.
Uruguay recibió a seis personas que pasaron más de una década sin juicio en la prisión estadounidense de Guantánamo, en una decisión adoptada por el entonces presidente Mujica a pedido de su par Barack Obama.
Los ex detenidos nunca fueron enjuiciados en Estados Unidos. Llegaron a Uruguay a fines de 2014 y el país se convirtió en el segundo de América Latina, después de El Salvador en 2012, en recibir detenidos de esa prisión.
Obama ha dicho estar dispuesto a cerrar aunque aún no tiene plan para ello.
Los ex presos que llegaron a Uruguay conviven en una casa en el centro de Montevideo y tienen estatus de refugiados. Se trata de cuatro sirios, un palestino y un tunecino.
Su llegada estuvo precedida de polémica en Uruguay, dentro y fuera de las filas del Frente Amplio, el partido en el gobierno.
Mujica los visitó por primera vez en febrero, antes de transferir el poder a Tabaré Vázquez.
Un día después, señaló que los refugiados "tienen notorias dificultades con el idioma, tienen problemas de adaptación porque no solo pertenecen a otras culturas, sino que cargan con las consecuencias de trece años de aislamiento en condiciones inhóspitas".
En la prisión estadounidense en la isla de Cuba, inaugurada en 2002 en el marco de la "guerra contra el terrorismo" lanzada por el entonces presidente George W. Bush (2001-2009) tras los atentados del 11 de setiembre de 2001, quedan aún más de 100 detenidos.
Nin Novoa también confirmó que el nuevo gobierno decidió postergar "hacia fin de año" la llegada de nuevos contingentes de refugiados de la guerra en Siria, que comenzaron a ser recibidos en el país bajo el mandato de Mujica.
El canciller sostuvo que Uruguay tiene "carencias de cultura e infraestructura" para acogerlos y se mostró partidario de planificar mejor futuros recibimientos.
A comienzos de año, algunas de las familias sirias estuvieron en el foco de atención por versiones sobre supuestos casos de violencia doméstica.