Por aproximadamente 30 minutos estuvo el canciller Heraldo Muñoz al interior de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, haciendo entrega de la dúplica chilena en el marco de la demanda marítima interpuesta por Bolivia.
"Acabamos de entregar la dúplica que es el documento final de la etapa escrita de este caso denominado obligación de negociar, la demanda boliviana contra de Chile", dijo el ministro de Relaciones Exteriores quien llegó al Palacio de la Paz acompañado del agente en el caso, Claudio Grossman.
"Es un documento muy sustantivo que deja en evidencia las debilidades del planteamiento boliviano, que ha sido una linea argumental cambiante. Partió con la solicitud de un acceso completamente soberano, es decir con cesión de territorio, y luego se transformó durante los alegatos orales en la posibilidad de algún acuerdo práctico o una zona especial incluso. De modo que en este documento hacemos presente esas inconsistencias pero además agregamos a argumentos jurídicos e históricos para cerrar bien esta parte de los alegatos escritos", detalló.
En esta línea, el ministro sostuvo que "se ha perdido el tiempo porque al final de cuentas la Corte ha dicho que si existiese una obligación de negociar, cosa que creemos que no existe, al final de cuentas serían los dos países quienes tendrían que decidir porque no hay un resultado predeterminado. De modo que Chile está muy confiado de sus argumentos y yo estoy muy satisfecho con el trabajo del agente, los coagentes, y los abogados nacionales e internacionales, han representado muy bien el interés soberano de nuestro país".
Muñoz añadió que "no hay una obligación de negociar, una obligación tiene que ser explícita. Un país tiene que saberse obligado a un determinado acuerdo, y lo que ha hecho Chile por más de 100 años han sido conversaciones esporádicas, diálogos con Bolivia como ocurre en la diplomacia. Y hay que pensar que si esos diálogos generaran obligaciones jurídicas, nadie conversaría con nadie a nivel internacional".
En este contexto, el canciller aseveró que "cuando hay acuerdo eso se plasma en documentos explícitos, jurídicamente vinculantes y el que firma se sabe vinculado. De modo que nada de eso ha existido durante estos más de 100 años y Chile lo que ha buscado es ser un buen vecino y muchas veces escuchar a Bolivia".
"Me voy muy satisfecho porque en primer lugar creo que lo estamos presentando es una argumentación jurídica sólida, fundada em la historia y tendremos que esperar el fallo. Pero creo que ha sido un trabajo profesional, que se ha hecho con intensidad, con voluntad y que además se agrega a un hecho que ustedes conocen: en este misma cede Chile demandó a Bolivia por las aguas del río Silala".
Sobre los próximos pasos a seguir en el litigio, el titular de Relaciones Exteriores detalló que "hemos conversado con el secretario de la Corte para ver cómo sigue esto adelante. Si bien es cierto que tiene que ser decidido por los jueces, lo que podría ocurrir es que los alegatos orales no sean antes de junio del próximo año. Esa fecha tendrá que fijarse alrededor de marzo".
Al respecto el agente Claudio Grossman señaló que "hay sólo escenarios probables y especulaciones, pero creemos que esto va a ser después de junio. Pero la Corte es la que decide y a nosotros no nos gusta tomar el rol de anunciar lo que diga la Corte. Que quede claro que estas son interpretaciones".