El canciller italiano, Franco Frattini, dijo hoy que la situación actual es "gravísima" y está  evolucionando hacia un "baño de sangre", en su informe verbal sobre la revuelta popular en Libia ante la Cámara de  Diputados.

Frattini definió como "verosímil" el reporte de víctimas difundido  por los medios de prensa, y dijo que habría "más de mil muertos inocentes" y  apuntó que "existe un límite más allá del cual no podemos sino levantar la voz".

El jefe de la diplomacia italiana subrayó que causan particular inquietud las declaraciones del líder libio, Muammar  Gaddafi, en las que expresó "la voluntad de golpear a su propio  pueblo", lo que "crea una situación de guerra civil entre áreas y provincias en las que hay grupos que combaten con bandas y  escuadrones de la muerte" y "el trágico balance será el de un  baño de sangre".

En cuanto a la conversación telefónica de ayer entre Gaddafi y  el premier italiano, Silvio Berlusconi, Frattini comentó que "no  es un secreto que habíamos recogido de parte de Estados Unidos y  de la señora (Hillary) Clinton, en los frecuentes contactos de  los últimos días, la necesidad y la utilidad de un intento de  llamado personal del premier italiano, unido al del secretario general de Naciones Unidas".

"El llamado del premier fue un llamado como único líder de la  Unión Europea y de la comunidad internacional, junto al de Ban Ki-moon, que dijo las mismas cosas y obtuvo las mismas respuestas", explicó el ministro italiano de Exteriores.

En su conversación con el líder libio, sostuvo Frattini,  Berlusconi "pidió la suspensión inmediata de la violencia,  pero la respuesta fue la repetición del análisis que fue luego difundido públicamente a través de la televisión" en el mensaje  difundido ayer con Gaddafi.

Este análisis del líder libio, comentó Frattini, parte de la  visión de "un presunto intento de parte de potencias extranjeras, entre las cuales fue citada Italia, de intervenir  en los asuntos internos de Libia: no hay nada que resulte más  falso".

Ante esta situación de emergencia, agregó Frattini, es  necesaria una unión de las fuerzas políticas italianas,  oficialistas y de oposición, recordando que respecto a Libia, Italia ha mantenido "una línea de continuidad desde comienzos de  los años '90".

OTROS REPORTES
Según estimaciones publicadas hoy por la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) con sede en París, al menos 640 personas murieron en Libia en las manifestaciones contra el régimen de Gaddafi. La cifra incluye a 130 soldados que se negaron a disparar contra los manifestantes en Bengasi, la segunda ciudad más grande de Libia.

La organización precisó, que según sus datos, al menos 275 personas perdieron la vida en la capital, Trípoli, y 230 en Bengasi. El recuento no incluye posibles víctimas en la ciudad de Tobruk, donde también hubo protestas. La federación reúne a 164 grupos de derechos humanos de todo el mundo.