Poco más de 12 horas duró ayer la estadía del canciller Heraldo Muñoz en la ciudad de París, Francia. Durante siete de esas horas permaneció en el centro de la capital francesa, trabajando en las oficinas del estudio de abogados Freshfields, que defenderá a Chile ante La Haya, a propósito de la demanda interpuesta por Bolivia para obtener una salida al mar.

En la extensa cita, el jefe de la diplomacia chilena revisó junto al equipo de abogados y agentes los detalles del documento de 50 páginas que será entregado en el tribunal internacional, a más tardar, el próximo martes. Con ello, Chile hará presentes sus "excepciones preliminares", con las que se objetará la competencia del tribunal para conocer la contienda planteada por La Paz.

Muñoz arribó a París a las 11 de la mañana de ayer, tras despegar de Santiago la tarde del lunes, justo cuando la Presidenta Michelle Bachelet anunciaba al país, a través de una cadena nacional, su decisión de impugnar previamente a la corte, con lo que se suspende la tramitación de la demanda boliviana y se abre paso a una nueva etapa procesal.

La decisión fue tomada luego de una intensa ronda de conversaciones y reuniones de la Mandataria con ex presidentes, ex cancilleres, parlamentarios y expertos en relaciones internacionales, y en medio de un fuerte debate público sobre la oportunidad procesal para presentar dicho requerimiento.

De hecho, el camino tomado por la Presidenta -la otra opción era plantear una impugnación en la contramemoria chilena, que debía ser presentada el 18 de febrero de 2015- fue celebrado ampliamente en el mundo político.

Con todo, ayer el canciller terminó de ajustar los últimos pormenores de la presentación, en una cita en la que, además de los abogados franceses que defenderán a Chile en la corte, estaban los agentes chilenos Felipe Bulnes y Claudio Grossman; la embajadora de Chile ante La Haya, María Teresa Infante, y los abogados asesores chilenos Alberto van Klaveren y Ximena Fuentes, además del director jurídico de la Cancillería, Claudio Troncoso.

Según fuentes de la Cancillería, el texto de 50 páginas está prácticamente listo y antes del jueves será enviado a una imprenta, para confeccionar las copias que llegarán a manos de los 15 jueces que integran el tribunal internacional.

Según explicó ayer el canciller Muñoz desde París a La Tercera, la decisión de impugnar la competencia de la corte nunca estuvo en duda.

"Había argumentos a favor y en contra de impugnar ahora en vez de febrero, junto a la contramemoria. Lo claro es que nunca tuvimos duda alguna de objetar la competencia de la corte. Lo analizamos detenidamente, porque teníamos que hacer uso de todos los recursos disponibles para Chile, porque así se lo recomendamos a la Presidenta y así lo decidió ella, después de escuchar a amplios y representativos sectores", señaló.

Asimismo, el ministro de Relaciones Exteriores se dio el tiempo para recalcar que, tras la decisión de la Mandataria, lo que corresponde a la clase política es alinearse detrás de la posición chilena.

"Sin duda, ahora esperamos unidad nacional para respaldar la decisión presidencial. Siempre ha sido así en materia de política exterior, pues se trata de un asunto de Estado", sentenció.

Muñoz regresó anoche al país para informarle a la Presidenta el estado de avance de la presentación. Asimismo, junto a la Mandataria espera definir la puesta en escena de la formalización del escrito chileno.

El propio canciller explicó ayer que lo seguro es que los agentes Bulnes y Grossman sean los encargados de llevar hasta el Palacio de la Paz -edificio que alberga al tribunal internacional- el documento chileno.

Aún no es claro que el canciller regrese a Europa para acompañar al equipo chileno en el trámite. Eso dependería de la decisión de Bachelet, según explicó el propio Muñoz.

"Probablemente, el mismo día 15 de julio", respondió ayer el canciller, al ser consultado sobre la fecha y hora de presentación, lo que también será resuelto por la Mandataria.

Argumentación

En tanto, fuentes de la Cancillería explicaron ayer que entre los argumentos de la defensa chilena se apelará al artículo Nº 6 del Pacto de Bogotá, que establece que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) es competente para conocer situaciones previstas a partir de 1948, lo que excluiría de cualquier intento de revisión al Tratado de 1904, que estableció los límites entre Chile y Bolivia. Así, la posición chilena busca dejar en evidencia que Bolivia intenta modificar dicho pacto de manera indirecta. Esto hace una diferencia con el diferendo que Chile enfrentó con Perú, donde se cuestionaban tratados posteriores a la firma del Pacto de Bogotá.

La posición chilena también consideró la posibilidad de que la corte estime que hay una relación muy estrecha entre los argumentos de fondo sobre el caso expuesto por Bolivia, por lo que se evitó al máximo aludir a los argumentos ya esgrimidos por La Paz en su memoria. Una fuente explica que, finalmente, la estrategia chilena apunta a demostrar que la ofensiva boliviana no es más que un intento por redefinir tratados preexistentes.