El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó hoy que las sanciones occidentales contra Rusia buscan "cambiar el régimen" en el país, y no que el Kremlin modifique su política.
"Occidente muestra claramente que se trata no de intentar cambiar la política de la Federación de Rusia, lo que en sí es ilusorio; lo que quieren es cambiar el régimen", dijo Lavrov, citado por la agencia Interfax, en una reunión del Consejo de Política Exterior y de Defensa (CPED)
Explicó que, con anterioridad, las sanciones contra los países se formulaban de manera tal que "no dañasen el ámbito social, la economía, a fin de que afectasen a la elite de manera selectiva".
"Ahora todo es al revés. Los líderes de los países occidentales declaran públicamente que las sanciones deben ser tales que destruyan la economía y provoquen protestas populares", afirmó Lavrov en alusión a las restricciones impuestas por Occidente a Rusia por su implicación en la crisis ucraniana.
En su intervención en la reunión del CPED, un organismo de carácter consultivo, el jefe de la diplomacia rusa manifestó que Moscú no renuncia a la cooperación con la Unión Europea (UE), pero advirtió de que las relaciones no volverán a ser "como antes".
"La Unión Europea es nuestro principal socio colectivo. Y nadie piensa dispararse en el pie, en renunciar a la cooperación con Europa, aunque todos comprenden que ya es imposible que sea como antes", subrayó.
Al mismo tiempo, el jefe de la diplomacia rusa se mostró convencido de que Rusia y la UE superarán el actual período y crearán una "nueva base" para sus relaciones.
Tras la anexión, en marzo pasado, de la península ucraniana de Crimea por Rusia, la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y otros países adoptaron una serie de sanciones contra Moscú, las que han sido endurecidas progresivamente tras el estallido de la sublevación arada prorrusa en el este de Ucrania.
A fines de julio, la UE acordó restringir el acceso a los mercados de capitales europeos para los bancos públicos rusos, un embargo de armas, la prohibición de exportar a Rusia bienes de uso dual y un veto a las exportaciones de equipamiento para el sector petrolero.
En respuesta, Rusia prohibió las importaciones de alimentos de los países de la Unión Europea.