Un encuentro de presentación con directores de la Cancillería sostuvo ayer en el edificio José Miguel Carrera, el ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno, quien en los próximos días pretende dar a conocer la plana superior definitiva de su cartera. De hecho, en la cita había algunos directores recién nombrados y otros que probablemente dejarán sus cargos, según comentan en círculos diplomáticos.

En la Cancillería señalan que el proceso de nombramiento de directores -quienes deben tener el grado de embajadores-, no ha sido fácil y a cinco días de la asunción del nuevo gobierno, aún hay varios cargos vacantes.

Hasta el momento sólo han sido nombrados Alfonso Silva, como nuevo director general de Política Exterior; Jorge Bunster, director general de Relaciones Económicas; Cecilia Mackenna en la Dirección de Planificación; Hernán Salinas, en la Dirección Jurídica, y Milenko Skoknic, como jefe de gabinete del canciller, entre otros.

También está previsto que continúen el jefe de la Dirección de Fronteras y Límites, Juan Eduardo Burgos, y el director general Consular e Inmigración, Francisco Pérez Walker.

Pero existen otras reparticiones, como la Dirección General Administrativa (Digad), donde las vacantes originadas por la renuncia de sus antiguos titulares, han sido llenadas por jefes interinos. En la Digad, el embajador Gonzalo Arenas fue reemplazado por el jefe de recursos humanos, Roberto Araos.

Más complejo para la Cancillería ha sido la designación de embajadores en el exterior, donde el Presidente Sebastián Piñera tendrá la última palabra en algunas destinaciones clave. A eso se suma que algunas personalidades contactadas por el gobierno han rechazado asumir tareas en el extranjero.

NUEVA DIRECCION

Sin embargo, pese a la ausencia de nombres, Moreno ya ha comenzado a delinear la estructura que tendrá la cartera.

Una de sus primeras medidas fue crear la Dirección de Países Limítrofes (Dipal). La idea es que la nueva repartición asuma la coordinación de los escritorios de Argentina, Perú y Bolivia y otorgue un tratamiento especial a los lazos con esos países, que estaban insertos dentro de la Dirección de América del Sur. Uno de los nombres para asumir ese cargo es el embajador Pedro Suckel.

Aunque la apuesta de Moreno podría tener ventajas respecto del diseño anterior, en círculos diplomáticos advierten el riesgo de que la visión de los países limítrofes se vea descontextualizada dentro de la región. A modo de ejemplo, se menciona que siempre es importante tener en cuenta el peso de Brasil en la región. Como también es clave el factor de Ecuador para entender la relación con Perú.

En la Cancillería señalan que se ha estado trabajando la posibilidad de darle un mayor peso a la Dirección General de Política Exterior.

Otra de las ideas de Moreno es elevar la Dirección General de Relaciones Económicas y que en la práctica tenga el nivel de una vicecancillería.