El candidato oficialista Johnny Araya anunció ayer su renuncia a disputar la presidencia de Costa Rica en el balotaje del 6 de abril próximo, tras la amplia ventaja en las encuestas de su rival Luis Guillermo Solís, una decisión inédita en el país.
"La sensatez indica, ahora más que nunca, que hay que sopesar la realidad y por ello, con firmeza de ánimo, hago saber mi decisión de concluir hoy la campaña por la presidencia", dijo Araya, del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN), en una conferencia de prensa.
Por su parte, el presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Luis Antonio Sobrado, aclaró que la Constitución Política prohíbe las renuncias a candidaturas presidenciales, por lo que la segunda ronda deberá celebrarse como estaba previsto.
"La prudencia aconseja no gastar millones en propaganda, reuniones y movilizaciones", señaló Araya.
Araya, ex alcalde de San José, anunció su decisión pocas horas después de la publicación de una encuesta que le dio un 20,9% de las intenciones de voto, frente a un 64,4% de Solís, académico del centrista Partido Acción Ciudadana.
Solís, quien debe asumir el 8 de mayo para un período de cuatro años, promete fortalecer los programas sociales, luchar contra la corrupción y reactivar la economía con políticas distintas al modelo liberal que han venido aplicando en las últimas décadas los partidos tradicionales, principalmente el PLN.
Pese a la renuncia de Araya, Solís manifestó anoche que aún no es presidente e hizo un llamado a la población para que acuda a votar en las elecciones de abril.
"Me siento sumamente honrado de que algunas personas piensen que ya soy el presidente electo, pero les digo que no lo soy, porque para eso necesito el voto", dijo el candidato en una conferencia de prensa en la sede de su comando.