Si eres uno de los 93 millones de usuarios de Candy Crush y aún estás atascado en alguno de sus niveles, puede que tanto tus habilidades como el tiempo gastado en el videojuego no basten y el avanzar sea realmente complejo, tal como lo prueba un reciente estudio científico.

La investigación, realizada por la University of New South Wales de Australia demostró que no sólo el juego tiene una alta dosis de adicción, sino que este punto se explica por su alta complejidad descrita técnicamente como de clase NP-Hard.

Para llegar a esta conclusión, el equipo liderado por Toby Walsh elaboró un análisis de una versión del juego adaptada a una fórmula relacionada con problemas complejos computacionales, encontrando que el título posee las mismas características de dificultad conocidas en sagas como Zelda o Super Mario Bros, lo que fue refrendado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts hace exactamente un año.

El problema es que esta dificultad es el factor determinante para su éxito, ya que entre más complejidad, más adicción por parte de los jugadores. Además, la dificultad de los títulos NP-Hard hacen que sea muy engorroso encontrar una solución eficaz, por lo menos matemáticamente.

Fuente: New Scientist