La 68ª edición del Festival de Cannes arranca el miércoles y concluye en este balneario de la Costa Azul el 24 de mayo con la atribución de la Palma de Oro a uno de los 19 filmes en competición oficial.
La ciudad recibe desde las grandes estrellas de Hollywwod hasta los realizadores menos conocidos llegados del mundo entero.
Cate Blanchett, Benicio del Toro, Matthew McConaughey, Michael Fassbender, Marion Cotillard, Colin Farrell, Michael Caine, Jane Fonda, Salma Hayek, Gerard Depardieu, Catherine Deneuve, Rachel Weisz, Jesse Eisenberg, Naomi Watts y Rooney Mara subirán este año la famosa escalinata.
El Festival de Cannes, creado hace casi siete décadas, fue al principio una cita informal de ambiente casi familiar, según cuentan los más veteranos. Pero a lo largo de los años se convirtió en un evento ultramediatizado y su alfombra roja en un set protegido por medidas de seguridad cada vez más importantes.
El Palacio del Festival de 18 salas, que sustituyó al original a partir de 1982, fue apodado "El Bunker" por periodistas y cineastas por su aspecto macizo poco agraciado y su laberinto de subsuelos sin luz natural.
Tras los atentados yihadistas de enero pasado en París que conmocionaron a Francia este año hay un importante incremento del dispositivo de seguridad del festival.
"No hay ningún riesgo terrorista particular identificado", afirmo el prefecto del departamento de los Alpes Marítimos, Adolphe Colrat. Pero admitió que el festival puede convertirse en blanco de ataques a causa de su elevada exposición mediática.
El contexto nacional e internacional de amenazas hace que la seguridad sea "un grado superior a la del año anterior", con un centro de comando unificado y reuniones diarias, explicó el responsable.
JOYAS Y CHAMPÁN
Durante el festival, la población de Cannes se triplica para alcanzar 210.000 personas.
La mayor densidad de famosos enjoyados por metro cuadrado del mundo atrae no solo a curiosos y fanáticos de cine sin también "a los ladrones, que también acuden especialmente", señaló el comisario de Cannes, Philippe Jos.
La semana pasada, un ladrón disfrazado de anciano logró introducirse a la joyería Cartier, en el famoso paseo marítimo de la Croisette, antes de darse a la fuga junto a tres cómplices con un importante botín.
Y como no sólo de cine viven los festivaleros, la policía y cuatro compañías especiales de seguridad (CRS) también tendrán que proteger las numerosas fiestas organizadas cada noche en los espacios cubiertos por tiendas que prolongan sobre la playa las terrazas de los grandes hoteles de Cannes, donde el champán corre hasta bien entrada la madrugada.
Las autoridades establecieron una zona de seguridad marítima, prohibieron el sobrevuelo de drones y vigilarán especialmente las grandes autopistas y el aeropuerto vecino de Niza.
El alcalde de Cannes, David Lisnard, destacó que su ciudad dispone de 468 cámaras de vigilancia, "la red más densa de Francia, con una cámara por cada 152 habitantes".