Cannes saluda a la bandera: el cine francés se lleva la Palma de Oro

Que nadie se engañe. En el jurado de Cannes 2015 había apenas una integrante francesa, la actriz Sophie Marceau. Hasta ahí corre la única sospecha con los galardones de ayer, que se volcaron al cine galo y consagraron como la gran película de la edición número 68 a Dheepan, una eficaz y sombría descripción de la vida de tres inmigrantes tamiles en Francia. El resto del jurado se dividía entre británicos, mexicanos y, por supuesto, los estadounidenses de siempre, liderados por Joel y Ethan Coen.

Para la prensa especializada, la eventual ganadora se movía entre Carol, de Todd Haynes, y The assassin, de Hou Hsiao-Hsien (incluso The lobster, del griego Yorgos Lanthimos, entraba en las listas). Pero nadie apostaba por una cinta como Dheepan, que poco y nada tiene que ver con el universo cínico y fabulador de los Coen. Pero finalmente pasó lo mismo que en 2013, cuando la también francesa La vida de Adèle, de Abdellatif Kechiche, ganó con un jurado presidido por Steven Spielberg. La diferencia es que aquella cinta está entre lo mejor de su realizador, mientras Dheepan es sólo un buen trabajo de un autor que tiene mejores productos, empezando por Un profeta (Gran Premio del Jurado en Cannes 2009).

Después de todo, esta edición confirmó el divorcio  entre la crítica, muy fan en este caso de The assassin y Carol, y los jurados festivaleros. Lo sostuvo ayer Joel Coen, el mayor de los hermanos: "Como ya lo hemos dicho, éste no es un jurado de críticos. Es uno de artistas mirando con detención las obras en competencia".

El cine francés, que tuvo nada menos que cinco filmes en competencia, fue el evidente vencedor. De estos trabajos, dos eran de lo más bajo en la muestra, otros dos eran sólo correctos y, hay que reconocerlo, Dheepan superaba el promedio. Los sólo correctos acapararon premios a Mejor Actriz para Emmanuelle Bercot (que por Mon roi lo obtuvo ex aequo con Rooney Mara, por Carol) y  Mejor Actor para Vincent Lindon por La loi du marché. Audiard, por su parte, recibió algo así como un galardón a su carrera. El mismo realizador, de saludable buen humor al recibir la Palma de Oro, lo expresó así: "Gracias a Michael Haneke por no competir este año". El austríaco le había arrebatado el premio mayor en el 2012 y en el 2009 con sus filmes Amour y La cinta blanca.

Protagonizada por Antonythasan Jesuthasan, novelista y activista ceilanés, Dheepan es la crónica de un ex guerrillero de la etnia tamil (grupo minoritario en Sri Lanka) que huye al Primer Mundo después de que sus camaradas son aniquilados en un ataque enemigo. Junto a una mujer que no es su esposa y una niña que no es su hija, se hace pasar por padre de familia: así, los tres tienen más posibilidades de ser aceptados en Francia. La mujer quiere reunirse con un primo en Londres, pero la única posibilidad de refugio es París. Aunque no tienen lazos de sangre, crean una familia viviendo en duras circunstancias, limpiando baños y vendiendo en la calle.

Como siempre, Audiard filma con maestría la vida urgente de la barriada y el encierro. A eso le ayuda una banda sonora impecable del músico chileno-estadounidense Nicolas Jaar, hijo del artista Alfredo Jaar. Uno de los miembros del jurado, el actor Jake Gyllenhaal, se refirió a la cinta en estos términos: "Jamás en mi vida había visto algo así. Una historia donde tres extraños se transforman en una familia para poder sobrevivir".

El segundo galardón en importancia, el Gran Premio del Jurado, fue para Son of Saul, del húngaro László Nemes, una película opresiva y que corre a fuerza de aplastantes primeros planos, siempre con una proporción de pantalla cuadrada en el formato de 1.37:1, muy similar a la de Mommy, de Xavier Dolan (quien integró el jurado de este año). Y cumple a la perfección su intención de introducirnos en la fatal vida de Saul, un judío dedicado a recoger cadáveres  en las cámaras de gas de Auschwitz. "Es una película que me estremeció y atrapó desde el primer momento. Fue una de las que vi dos veces", dijo la actriz y jurado Sienna Miller.

En tanto, el taiwanés Hou Hsiao-Hsien debió conformarse con el Premio a Mejor Director por The assassin. Dueño de un estilo y una narrativa únicos, Hou hace aquí lo que nadie: cuenta un relato de guerreros chinos y combates marciales con planos largos, extendidos y mínimos cortes. El jurado Guillermo del Toro justifico así el galardón: "La Mejor Dirección reconoce la maestría y el dominio que un cineasta tiene de su arte".

Para continuar la tradición de premiar a un mexicano al año (antes fueron Carlos Reygadas y Amat Escalante), Cannes 2015 consideró Mejor Guión el de Chronic, de Michel Franco, implacable descripción de la vida de un enfermero de pacientes terminales (Tim Roth).

En el terreno de las óperas primas, el cine colombiano confirmó su excelente momento con la Cámara de Oro para La tierra y la sombra, de César Augusto Acevedo. Coproducida entre otros países por Chile, a través de Giancarlo Nasi, la cinta es un emotivo relato del retorno de un granjero a su casa para reconstruir sus relaciones familiares y, de paso, su propia vida.