Una serie de mensajes de texto y llamadas telefónicas recibió entre el jueves y el viernes el diputado UDI Manuel Rojas de parte del generalísimo del comando de Evelyn Matthei, Joaquín Lavín; el ministro del Interior, Andrés Chadwick, y el presidente de su partido, Patricio Melero.
Los dirigentes buscaban entregarle su respaldo como único candidato senatorial de la Alianza en la II Región, luego del fallo del Tricel que rechazó la postulación del ex ministro Luciano Cruz-Coke.
A esas alturas, Melero y su par de RN, Carlos Larraín, habían conversado telefónicamente para acordar un apoyo cerrado al diputado UDI, desestimando la opción de bajar su candidatura, en la que deberá enfrentar al senador independiente Carlos Cantero.
El acuerdo fue informado públicamente horas después. Y ayer, de hecho, el propio Larraín dijo que "estamos trabajando fuertemente por él", junto con señalar que el postulante gremialista "necesita muchos más puntos de los que pudo haber aportado Cantero".
Las declaraciones del timonel acrecentaron la molestia que el senador independiente ya había transmitido al comando de Matthei y a algunos ministros que lo llamaron por teléfono para intentar revertir el alto riesgo de doblaje opositor en Antofagasta, amenaza que se agudizó tras el fallo del Tricel.
Pese a que el jueves Cantero aparecía abriéndose públicamente a que él o Rojas se marginaran de la elección, fue el propio senador independiente quien terminó por cerrar cualquier negociación con el bloque oficialista. "Yo pedí respeto, que no me pusieran condiciones", dijo ayer junto con acusar una lógica de "patrón de fundo" en la manera con que los timoneles UDI y RN han abordado las conversaciones. "Mi candidatura es inamovible, no hay posibilidad de conversar más", agregó.
En su entorno explican que uno de los principales inconvenientes se produjo cuando recibió desde el oficialismo la petición de realizar un gesto público en favor de Matthei para facilitar la posibilidad de que fuera Rojas quien declinara su postulación. Eso se sumó a su molestia por las declaraciones de los timoneles de la Alianza.
El complejo escenario electoral del sector había dado pie a que, una vez conocida la decisión del Tricel, durante las primeras horas se retomaran las gestiones para lograr que Cantero depusiera su repostulación y aglutinar a todo el electorado oficialista en torno a Rojas.
Las primeras conversaciones con Cantero las llevaron adelante algunos ministros, como Cristián Larroulet, y la vocera del comando de Matthei, Lily Pérez (RN).
Las frustradas tratativas dieron paso a una serie de recriminaciones cruzadas en el oficialismo por la abortada candidatura de Cruz-Coke. Ante las críticas de algunos sectores de la UDI a la mesa de RN, Larraín dijo que en el gremialismo "se habrían quedado sin candidato en Santiago Oriente, porque le ofrecieron esa senaduría y la de Coquimbo; entonces, no nos traten de irresponsables."
Sin embargo, en la UDI y en RN sostienen que fue el propio Cruz-Coke quien decidió no renunciar un año antes de la elección, lo que motivó su impugnación.