No muy contenta está la filial de acero de CAP, que preside el empresario Roberto de Andraca. En abril, la siderúrgica Huachipato había proyectado una mayor velocidad en el crecimiento del consumo de acero por el auge de la reconstrucción tras el terremoto.
Sin embargo, el gerente general de CAP Acero, Iván Flores, reconoce que ese escenario, finalmente, no se está generando.
En esa fecha, el grupo tenía una estimación que denominaron "conservadora", y que proyectaba un aumento de entre 9% a 10% del consumo de acero, respecto de lo alcanzado en 2009, el que finalizó con despachos por 921.909 toneladas.
"El mercado no ha reaccionado con la velocidad que nosotros esperábamos. Pensábamos que iba a haber un gran impulso por lo que era la recuperación posterremoto, pero vemos que el mercado ha estado bastante por debajo de lo que habíamos estimado a principio de año", explica Flores.
Detalla que la empresa había programado para este ejercicio despachar 1,14 millón de toneladas de acero. "Indudablemente, los despachos en el año van a estar muy por debajo de lo programado", enfatiza.
Uno de los factores que no está activando la demanda local por el acero es que el área de construcción ha estado "menos activa de lo que habíamos previsto". Esto, señaló Flores, ha hecho que las órdenes de compra de sus clientes estén "por debajo a lo que eran nuestras expectativas".
RECUEPRACION 2011
Tras el terremoto, Huachipato actualmente está operando a una capacidad productiva del 80%, pero el ejecutivo es optimista respecto del futuro. Asegura que la recuperación vendrá en 2011, año en que tiene proyectado producir a una capacidad de 100%, la que se mantendría por todo el ejercicio.
"Tenemos cifradas esperanzas de que 2011 será mejor. Estamos trabajando en nuestro plan de actividades del próximo año y, por supuesto, estamos considerando operar al 100% de la capacidad productiva durante todo el año", asegura Flores.
A inicios de ese año también se tomará la decisión respecto al plan de expansión de la siderúrgica, que fue anunciado en 2008 y que, producto de la crisis de 2009, quedó suspendido.
Flores indicó que la inversión de US$2.420 millones aprobada por el directorio para alcanzar una producción de tres millones de toneladas de acero, estaba sustentada con un nivel de demanda de 3,2 millones de toneladas de acero hacia 2015. "Como consecuencia de la crisis, el nivel de demanda que se esperaba para 2015, se ha desplazado unos tres a cuatro años. Por lo tanto, hay un desplazamiento del proyecto, el que es concordante con el que tuvo la demanda", explica el ejecutivo.
Señala que están en plena etapa de estudios del plan y que aún no se ha decidido si podría haber una reducción del tonelaje proyectado en la expansión, pero destacó que el avance de la iniciativa será más lento que el crecimiento que CAP quiere lograr en su filial minera.