Según un anuncio del National Snow and Ice Data Center (NSIDC), en Estados Unidos, el hielo marino en el Ártico ha alcanzado su nivel más bajo en lo que va del año, estableciendo un nuevo récord para la temporada, desde que los satélites comenzaron a realizar mediciones en 1979.
El punto más bajo previsto para este año se registró el pasado domingo, y las imágenes mostraron que la capa de hielo se había reducido a 3,4 millones de kilómetros cuadrados, lo que significa alrededor de la mitad de lo que había en promedio durante las últimas tres décadas. Además, supone un 18% menos que en el récord anterior, registrado el 18 de septiembre del 2007.
Durante los últimos seis años, han ocurrido seis mínimos de extensión, hitos que los científicos relacionan al calentamiento global y cambio climático, como también podría deberse a la emisión de combustibles fósiles. El uso de estos, principalmente de carbón y petróleo desde la Revolución Industrial, emite CO2, que se acumula en la atmósfera, retiene parte del calor que emite la Tierra y calienta el planeta.
Se estima que en los próximos 20 o 30 años en el Ártico quede un verano libre de hielo, ya que además, se concluyó que las capas, en promedio, se encuentran un 50% más finas que hace unas décadas. Durante los últimos años, los científicos han ido variando respecto a esa previsión, y si bien primero estimaban que de aquí al 2040 podría producirse el fenómeno, no descartan que ocurra en dos décadas más.