El italiano Fabio Capello aseguró que no piensa en renunciar como seleccionador de Rusia, que fue eliminada en la primera fase del Mundial de Brasil, y que ya piensa en la Copa que ese país organizará en 2018.
"Estoy aquí, así que está claro que voy a continuar en mi puesto. Me acaban de confirmar en el cargo. Tengo un contrato en vigor y tengo la confianza del Ministerio de Deportes y de la Unión de Fútbol de Rusia", dijo Capello en su primera rueda de prensa desde el Mundial.
Capello aseguró que el motivo de que Rusia no lograra por vez primera ninguna victoria en un Mundial de fútbol, incluyendo también a la Unión Soviética, fue el estilo de juego que triunfó en Brasil.
"En este Mundial se ha jugado un fútbol muy veloz y muy agresivo. Se ha dado mucha importancia a la presión. El fútbol ruso no está habituado a esa clase de juego", sentenció.
El técnico reconoció que "el objetivo era superar la fase de grupos", en la que los rusos se enfrentaron a Bélgica (0-1), Corea del Sur (1-1) y Argelia (1-1). "Nuestro objetivo no era, en ningún caso, clasificarnos para los cuartos de final. Pero la gente no está contenta, ya que cuando fuimos a Brasil todos éramos muy felices y las expectativas eran muy grandes", reconoció.
Con todo, recordó que "Rusia no disputaba un Mundial desde hace 12 años" y destacó que "la fase de clasificación había sido muy buena", ya que los eslavos dejaron en la cuneta al Portugal de Cristiano Ronaldo, que tuvo que disputar el repechaje.
"Eso sí, si las personas no confían en mí, no se preocupe que tendré preparada la renuncia. Soy una persona seria, que respeta a las personas y al trabajo. Eso me lo enseñó mi padre", agregó en respuesta a la pregunta de si dimitirá si Rusia no se clasifica para la Eurocopa de Francia 2016.
Negó que hubiera señalado personalmente a algunos futbolistas como culpables de la eliminación de su equipo, en particular al arquero, el indiscutible Igor Akinféev, que tuvo una desafortunada actuación en Brasil. "Sería estúpido si hablara mal de un jugador como Akinféev, que será el portero de la selección rusa durante los próximos años. Lo considero un gran portero. Todo lo que ha escrito la prensa al respecto es falso", aseguró.
También rebatió las críticas por la falta de sangre fresca en el equipo, aduciendo que un seleccionador no puede convocar a futbolistas, sean jóvenes o no, si no juegan en su club.
"Rusia fue uno de los equipos más veteranos en Brasil. Pero si llamo a futbolistas que no juegan en sus equipos, los aficionados dirán que este entrenador no sabe lo que hace", explicó.
Con respecto al futuro, subrayó que la prioridad ahora es, primero, "clasificarse para la Eurocopa 2016" y después "crear un equipo que dispute a un buen nivel el Mundial de 2018, en el que Rusia participará como país anfitrión".
Capello fue muy elogiado durante la fase de clasificación mundialista, pero el mal juego del equipo y el conservadurismo de su seleccionador en Brasil le han granjeado duras críticas entre la prensa de ese país.
Desde entonces, la prensa rusa e internacional no dejan de hacerse eco sobre el hecho de que el italiano fue el seleccionador mundialista mejor pagado del planeta con 8 millones de euros netos al año.
ALABA A DEL BOSQUE
El italiano, además, aseguró que el español Vicente Del Bosque, "es un gran entrenador" y le exculpó de la eliminación de España en la primera fase del Mundial de Brasil, ya que "los ciclos en fútbol" tienen un principio y un final.
"Del Bosque es amigo y un gran entrenador. Siempre que empieza un ciclo en fútbol, éste acaba por concluir. Porque los entrenadores (de los rivales) saben qué hay que hacer para pararlo. Eso es lo que ha pasado", dijo. Al mismo tiempo, destacó que "España tuvo muchas oportunidades de gol, pero cada fallo lo pagó caro. Esa es la verdad".
"Los entrenadores estudian los sistemas del rival, como hemos visto en el caso de Holanda. Los equipos no han permitido a España una gran posesión de balón como en el pasado", explicó.
En opinión del técnico italiano, "los rivales lanzaron rápidos contraataques, lo que le creó muchas dificultades a España".
"Cada vez que los españoles cometían un error, era una sentencia de muerte", agregó.
España, que llegó a Brasil como campeona del mundo, cayó eliminada en la primera fase tras perder los dos primeros partidos ante Holanda (1-5) y Chile (0-2).