El capitán del crucero "Costa Concordia", Francesco Schettino, demandará a la naviera Costa Crociere por haberlo despedido y pedirá que lo reintegren a su trabajo, según informaron hoy medios italianos. El enorme barco naufragó el 13 de enero pasado frente a las costas italianas, causando la muerte de 32 personas.
Schettino "piensa que él se comportó correctamente y por ello apelará a través de sus abogados ante una corte laboral (...) para pedir que le devuelvan su empleo y exigir pagos salariales atrasados", informó el diario "La Repubblica".
Costa Crociere, subsidiaria de la estadounidense Carnival, confirmó en un comunicado del despido del capitán del crucero accidentado al concluir un "proceso disciplinario" y dijo que la decisión se tomó "en cumplimiento de las leyes y acuerdos contractuales" correspondientes.
Schettino fue criticado por su controvertida actuación durante el accidente del crucero: primero, por acercarlo tanto a la isla de Giglio, provocando el choque con una roca y después por abandonar el barco antes de que lo hubieran evacuado los 4.200 pasajeros y miembros de la tripulación.
Por ello está siendo juzgado en Italia por homicidio involuntario, por provocar un accidente y abandonar el barco y se espera que comparezca ante un tribunal en Grosseto el 15 de octubre, en una vista en la que se debatirá un informe de expertos sobre la tragedia.
Una copia filtrada el mes pasado por "Las Repubblica", sugería que Schettino no era el único responsable y que sólo hubiera sido posible salvar más vidas si un gerente senior de la compañía hubiera ordenado al capitán evacuar inmediatamente el barco. El texto acusa también a la compañía de ignorar advertencias previas del capitán sobre la formación insuficiente de algunos tripulantes.