Nuevas acusaciones contra el capitán del crucero Costa Concordia, que naufragó el 13 de enero frente a la isla italiana del Giglio y dejó 16 muertos, salieron a la luz pública hoy luego que el comandante general de la Capitanía de Puertos italianos, el almirante Marco Brusco, arremetiera contra Francesco Schettino.
Brusco, quien compareció ante el senado en Roma para explicar su posición sobre la catástrofe, aseguró que si Schettino hubiese dado la señal de alarma a tiempo se habrían salvado todos los pasajeros.
"Si el comandante Schettino no hubiese perdido una hora preciosa habría salido todo perfecto. Se habrían bajado los botes de salvamento con tranquilidad con todos los pasajeros a bordo. Sin embargo, la primera hora, que es la más importante, se perdió y se trabajó después en medio de la angustia, además se marchó y solo llegaban órdenes contradictorias", explicó Brusco.
Uno de los principales problemas del salvamento de los pasajeros fue la imposibilidad de bajar los botes, pues una hora después del impacto con los escollos, el barco estaba demasiado inclinado para que pudiesen descender.
El responsable de las Capitanías fue contundente al afirmar que la culpa "es seguramente del comandante Francesco Schettino", pero también preguntó dónde estaban el resto de oficiales y por qué no hicieron nada.
Sobre la maniobra de acercamiento del crucero a la isla del Giglio, lo que causó el impacto con el escollo que hizo que el barco embarcase agua, Brusco aseguró que "las rutas las decide el capitán y de ellas se tiene que asumir toda la responsabilidad".
Según el almirante Brusco, "la maniobra de acercamiento fue algo extravagante, porque se produjo casi en ángulo recto respecto a la isla del Giglio y con una velocidad elevada".
Además, Brusco aseguró que la Capitanía de Puerto no había sido avisada del llamado "saludo" al Giglio, es decir el acercamiento a pocos metros de la isla.
PETROLEO
Por otra parte, Brusco informó a los senadores que como estaba previsto como muy tarde, el próximo sábado comenzará la extracción del combustible por parte de la compañía holandesa Smit Salvage, que en estos días está preparando el casco para comenzar las tareas de bombeo.
La Agencia Regional Para la Protección Ambiental de la Toscana (ARPAT), región a la que pertenece el Giglio, aseguró hoy que la presencia de hidrocarburos y compuestos tensoactivos, presentes en los detergentes, no presentan problemas. La Fiscalía de Grosetto que está llevando las pesquisas anunció hoy que, por el momento, no existen más investigados.
También hoy comenzarán los exámenes toxicológicos sobre las muestras biológicas de Schettino, quien actualmente está bajo arresto domiciliario con la acusación de naufragio, abandono de la nave y homicidio involuntario múltiple.