Desde fines de la década pasada, Henrique Capriles ha sido la cara más visible de la oposición venezolana. Aunque perdió en las presidenciales de 2012 contra Hugo Chávez y en abril del año pasado contra Nicolás Maduro, el gobernador de Miranda ha mantenido su poder de convocatoria y aclara que "no soy de derecha, sino de centro y no creo en la violencia".
En conversación con La Tercera desde Caracas, Capriles habló de la posición de la nueva Presidenta de Chile Michelle Bachelet frente a la situación en Venezuela y se refirió en duros términos al rol que ha jugado el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
¿Cómo recibió las declaraciones de Michelle Bachelet, quien la semana pasada condenó los intentos de "desestabilizar a un gobierno democráticamente electo" en Venezuela?
No quisiera hacer un señalamiento única y exclusivamente en particular. Hemos visto una actitud de casi todos los gobiernos de América Latina que pareciera que, por encima de cualquier principio democrático, están a la defensa de intereses económicos. En Venezuela no es un tema de derecha o de izquierda. Que uno escuche a la Presidenta Bachelet y que no haya una palabra de rechazo al uso desproporcionado de la fuerza... Eso es propio del régimen de Pinochet. Que uno vea que personas que fueron perseguidas en Chile y que su tema sea defender al gobierno de Venezuela y no más bien promover un diálogo o que se investiguen las violaciones a los derechos humanos... no ver eso resulta realmente sorprendente.
¿Qué mensaje esperaría que le transmitiera Bachelet a Maduro?
Que le explique a Nicolás de qué se trata la democracia, porque en Chile hay democracia.
¿Teme la oposición un cambio de aproximación respecto de Venezuela por parte del nuevo gobierno chileno? Porque el Presidente Piñera fue bastante explícito al criticar a Maduro.
La verdad que no. Nuestra generación tiene que levantar las banderas de la democracia y respeto a los DD.HH. Siento que lo más fácil para la Presidenta Bachelet es no hacer nada. Es muy fácil no hacer nada. Entenderse con quien esté. Si estuviera yo (en el poder) se entendería conmigo. Si estuviera el otro, se entiende con el otro. Esto no puede ser un tema de defensas entre gobiernos que se ponen de acuerdo, detrás de una cortina. Yo no soy de derecha. La Presidenta Bachelet es de izquierda. Entonces es muy fácil tener apoyo en función de la ideología.
¿Qué buscan las protestas que han azotado a Venezuela en las últimas semanas?
Mi visión es que en el país hay un profundo malestar social y la situación económica es cada día peor. Cuando los problemas no tienen solución las personas protestan.
¿Pero cuál es el fin último de las movilizaciones?
Que se produzcan cambios.
Muchos manifestantes pretenden sacar del poder a Maduro.
Yo le he dicho a la gente con mucha claridad que, a pesar de que el gobierno no actúe de manera democrática, quienes queremos un cambio en el país no podemos salirnos nunca del camino constitucional y el camino democrático. Por eso que he planteado que este descontento y malestar social debe traducirse en un movimiento social en todo el país que incluya a los que viven en los sectores populares. Eso nos va a permitir tener la fuerza para exigir los cambios.
¿Entonces su opción y sus seguidores no está sacar a Maduro del poder?
Nunca lo ha estado. Yo no soy golpista. Los golpes los dan los militares, no los civiles. De todos modos nosotros no nos vamos a quedar de brazos cruzados a esperar a que alguna instancia internacional nos dé respuesta.
En esa instancia internacional ¿Cómo evalúa el rol de la OEA?
La OEA, con su secretario general Insulza, cada día da una señal de que es un organismo que está vencido, que perdió todo tipo de conexión con las realidades que viven nuestros países. Después de las elecciones de abril hablé con Insulza y prácticamente pareciera que para que él haga algo como secretario general, como convocar al consejo permanente para debatir el tema de Venezuela, dependiera de si el país estuviera o no estuviera en un clima de violencia.
¿Después de eso no ha vuelto a hablar con José Miguel Insulza?
No he hablado con Insulza y no tiene sentido ya, de verdad, lograr algo ahí. La OEA se ha convertido en un club de defensa de gobiernos. En eso ha terminado la OEA.
¿Le genera desconfianza Insulza?
¿A mí? Completamente. No tengo ninguna confianza ni en su acción ni en su omisión. La situación que vive Venezuela requeriría otro tipo de acción de un organismo como la OEA, como la mediación o insistir en la necesidad de un diálogo. Los venezolanos tenemos que buscar la forma de resolver nuestras diferencias.
¿Cómo se resuelve la crisis venezolana? El Presidente Maduro lo ha convocado a dialogar, pero usted no ha asistido. ¿Por qué?
Yo no me represento a mí mismo. Yo formo parte de una coalición. Y hemos dicho que para que un diálogo sea efectivo, hay unas condiciones previas a ese diálogo. No nos vamos a prestar a un show televisivo para querer aparentar que sí hay una intención del gobierno de dialogar. Y al final lo que terminamos en un monólogo en el que el gobierno nos cuenta un cuento.
En cuanto a la salida democrática que usted plantea ¿La oposición podría esperar al referendo revocatorio que la Constitución permite en 2016?
Pero es que la Constitución no nos limita a un revocatorio.
¿Cómo interlocutor o rival político usted prefería tener a Hugo Chávez que Nicolás Maduro?
Nicolás es un error en la historia de nuestra Venezuela. Todos los problemas que tenemos, desde la inseguridad a la escasez de alimentos, todo se ha agudizado en estos últimos 10 meses.
¿En qué situación se encuentran las Fuerzas Armadas?
En una situación compleja. Yo no quiero un golpe de Estado en Venezuela ¿Me explico? Tampoco quiero un gobierno militar. Eso sería peor a lo que tenemos ahora, imagínese lo malo que sería. Las Fuerzas Armadas deben defender la Constitución. Ese es mi llamado. Los que estamos en el medio estamos siendo atacados por todos lados.
¿Usted atribuye la crisis a la gestión del Presidente Maduro?
Nicolás no tiene nada que exhibir en 10 meses de presidencia. Tenemos escasez y el 70% es pobre. Tiene que haber una salida. Frente a los problemas el gobierno tiene dos opciones: o resuelve los problemas y cambia su modelo fracasado o tiene que haber una salida.
¿Cuál sería esa salida?
No lo sabemos. Esa salida nos la dará el desarrollo de los acontecimientos ¿Qué va a pasar con los venezolanos? No sé.