Un homicida convicto que se encontraba prófugo pasó 16 años escondido en cuevas y "tenía un aspecto parecido a Robinson Crusoe" cuando fue capturado, según la policía portuguesa.
El inspector Carlos Gomes dijo que el homicida de 54 años tenía la piel muy bronceada y una larga barba y vivió en varias cuevas situadas en las boscosas colinas cercanas a su aldea en el norte de Portugal, donde fue pastor.
Se presume que algunos amigos y familiares le proporcionaron alimentos durant este tiempo.
Gomes indicó que el hombre, cuya identidad no fue publicada, fue capturado el miércoles y devuelto a prisión para que cumpla el resto de los siete años y medio de su pena de 10 años de reclusión.