Este jueves, Fuerzas Especiales de Carabineros ingresaron a las instalaciones del Instituto Nacional para desalojar a los alumnos que habían mantenido el recinto en toma por un período de 50 días.
La medida fue ordenada por la Municipalidad de Santiago, entidad de la cual depende administrativamente el centro académico, luego de que no se llegara a un acuerdo entre apoderados y estudiantes en una asamblea realizada ayer para levantar el paro.
El liceo ha sido el núcleo de este tipo de eventos es más de oportunidad, lo que desató críticas por parte de vecinos hacia la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, por las prolongadas tomas.
La autoridad, por su parte, manifestó su rechazo y explicó que "el desalojo es el último recurso". Sin embargo, añadió que por la situación que se vive en Santiago, se debió proceder de esa manera. "Hemos probado todo", añadió Tohá.
Para enmendar las consecuencias de la toma, la autoridad indicó que se elaborará un plan de recuperación de clases, una vez se acaben las vacaciones. En el mismo ámbito, declara que la asistencia de los estudiantes se verá afectada, ya que "nunca las recuperaciones de clases son iguales a las que se hacen regularmente".
Esto "impacta al establecimiento en su conjunto, porque el financiamiento a la educación pública es por asistencia, entonces, a pesar de que se recuperen las clases, nunca se recupera plenamente la subvención", indicó la autoridad.
De momento, la alcaldesa expresó que como municipio tienen "entendido que hoy habrá un desalojo más en el liceo 1", acción que está por confirmarse según disponibilidad de Carabineros.