El terremoto del Iquique liberó cuatro veces más energía que el de la zona central en 1985 (7,8° Richter), sin embargo, el daño fue menor. La distancia desde el epicentro al continente, la energía de la onda, el terreno afectado y la calidad de las estructuras son las variables que hacen la diferencia.

Gonzalo Yáñez, director del proyecto Fondef de Amenaza Sísmica en el Norte de Chile, explica que en el terremoto del Maule (2010) y el de San Antonio (1985), la distancia del epicentro a la falla o zona de ruptura fue más cercana a la costa y a menor profundidad. "En el caso de terremotos más destructivos, esa distancia es más pequeña. En el caso del último terremoto, tiene 150 km de sur a norte y 20 km en sentido este/oeste, esa superficie se ubica mucho más lejos de Arica e Iquique, lo que hace que los efectos destructivos se atenúen", aclara.

También influye el tipo de suelo, agrega Leonardo Massone, del Departamento de Ingeniería Civil de la U. de Chile, que explica que el suelo del norte es rocoso y duro. "Si el movimiento se produce en un suelo blando, es posible que se vea amplificado y se mueva más. Es como estar sobre una jalea".

El terremoto se produjo en una zona con un suelo de sedimentos o rocas. "Ese material no amplifica las ondas sísmicas, hace que se sienta el movimiento, pero esa onda desaparece rápido. En cambio en sedimentos finos esa onda se amplifica y demora en irse", explica Yáñez. Ocurrió en 1985, por ejemplo.

Bianca Glass, de la U. de Tarapacá, dice que un terremoto sea más o menos destructor depende de la forma en que avance la onda sísmica desde donde se originó y la fuerza o energía con que se desplazó. "Pero también tiene que ver con el tipo de construcciones. En Arica muchas casas del casco antiguo sufrieron daños, pero las estructuras nuevas no", dice.

Aunque Rubén Boroscheck,académico de la U. de Chile, reconoce que las normas de construcción aminoraron los daños, la gran razón que explica que fuera menos destructivo es la lejanía del epicentro a la costa. "Es la diferencia de los terremotos de 2010 y de 2005, en Huara".