"Por el mérito de los antecedentes, y por estimarse que la libertad de los procesados no constituye un peligro para la seguridad de la sociedad y para el éxito de la investigación". Esos fueron los dos argumentos entregados por la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago para confirmar la libertad del ex comandante en jefe del Ejército, el general en retiro Juan Emilio Cheyre.
El ex alto oficial fue procesado por el ministro en visita Mario Carroza como presunto cómplice del homicidio calificado de 15 personas en el Regimiento Arica, hecho conocido como el episodio La Serena del caso "Caravana de la Muerte".
Cheyre y otros ocho militares en retiro encausados fueron recluidos el jueves en el recinto de policía militar en Peñalolén. Este martes, los magistrados del tribunal de alzada capitalino decidieron dejar en pie la libertad bajo fianza de $ 1 millón que Carroza decretó a favor de los procesados. Pero esa decisión no unánime, dado que la jueza Javiera González estimó que debían seguir detenidos por la gravedad de los delitos y la cantidad de víctimas.
"Cuando un tribunal determina que alguien no es un peligro para la sociedad, lo que hace es efectuar implícitamente una prognosis de la eventual pena y lo que ha dicho la corte, así como lo dijo el ministro carroza, es que cualquier pena que se pudiera estar pensando en imponer sería mínima", señaló el abogado de Cheyre, Jorge Bofill. Junto con esto, también indicó que en el alegato hizo referencia a su estado de salud. "Eso lo dije en la sala. Tiene un problema cardíaco, pero eso no lo voy a comentar públicamente", manifestó.
En tanto, Nicolás Pavez, abogado de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, manifestó que "nos cuesta imaginar que 15 homicidios calificados en el grado de reiterados no constituyan un peligro para la sociedad".
En relación a los testimonios de los ex oficiales que los sitúan en el regimiento en el momento en que se cometieron los fusilamientos, Bofill indicó que "nunca hemos discutido que el teniente Cheyre de esa época, a sus 25 años y en calidad de ayudante del coronel (Ariosto) Lapostol efectivamente estuvo en el regimiento el 16 de octubre de 1973. Lo que decimos es que él fue testigo de los hechos, que no intervino de alguna manera que amerite un castigo".