A poco más de una semana de cumplir 80 años, el cardenal esloveno Franc Rodé concedió una entrevista a la agencia nacional de prensa de su país, STA. Un diálogo que podría haber pasado casi desapercibido fuera de Eslovenia y que buscaba repasar su larga trayectoria eclesiástica, en el Arzobispado de Liubliana y luego en la Curia Romana. Sin embargo, durante la conversación el actual prefecto emérito de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada sorprendió al expresar una de las críticas públicas más duras de un purpurado contra el actual Papa Francisco, al que, además, calificó de ser una persona "demasiado de izquierda".

"Sin lugar a dudas, el Papa es un genio de las comunicaciones", aseguró el religioso, que fue uno de los 115 cardenales que participaron en marzo del año pasado en el cónclave que eligió al entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, como sucesor de Benedicto XVI. "Comunica muy bien con la multitud, los medios y los fieles (…); y una gran ventaja de eso es que aparece como simpático", agregó, antes de apuntar a la visión económica y social del Pontífice, expresada principalmente en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium, dada a conocer el año pasado, un texto donde el Papa Francisco fijó los lineamientos centrales de su Pontificado.

"Sus opiniones relativas al capitalismo y a la justicia social son demasiado de izquierda", sostuvo Rodé. "Se ve cómo el Papa está marcado por el ambiente del que proviene. En Sudamérica hay grandes diferencias sociales y grandes discusiones sobre esta situación se suceden cada día, aunque esa gente habla mucho, pero resuelve pocos problemas", concluyó el religioso, quien fue creado cardenal en 2006 por el Papa Benedicto XVI y estuvo a cargo durante casi siete años de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, el dicasterio vaticano responsable de supervisar todas las órdenes e instituciones religiosas católicas en el mundo. Además, en los años 50 vivió en Buenos Aires, donde inició su vida religiosa.

Desde los primeros meses de su Pontificado, Jorge Mario Bergoglio despertó críticas de sectores más tradicionalistas de la Iglesia Católica. Sin embargo, con sus declaraciones el cardenal Rodé se convirtió en la figura de más alto nivel en la jerarquía de la Iglesia que expresa su oposición a algunos planteamientos del actual jefe de la Iglesia Católica. Sus declaraciones se conocen, además, en vísperas del inicio del Sínodo Extraordinario sobre la Familia, que comenzará este domingo en Roma.

Hasta ahora, las mayores críticas a la visión del Papa en asuntos económicos y sociales había provenido desde sectores tradicionalistas de Estados Unidos. El año pasado, tras conocerse la exhortación apostólica de Francisco, el columnista conservador del American Enterprie Institute James Pethokoukis aseguró que "los conservadores estadounidenses se mostraron indignados y decepcionados por la declaración dura del Papa Francisco sobre el libre mercado y el capitalismo". En tanto, en Italia, el reconocido escritor conservador Vittorio Messori publicó el año pasado un artículo donde aseguraba que muchos católicos estaban perplejos y veían "cierto matiz populista" en el estilo del Pontífice.