"¡Cómo se puede imaginar que mi marido me diga que sí a todo y se deje influenciar!". Así exclamó la primera dama de Francia, Carla Bruni a la revista francesa Elle negando las especulaciones sobre el peso que tiene su opinión en las decisiones políticas de su marido, el Presidente galo Nicolas Sarkozy. Por el contrario, la cantante y ex modelo aseguró que con su esposo casi no hablan de política, entre otras cosas porque ella sigue siendo "simpatizante de izquierda".

"Doy mi opinión si mi marido me pregunta, pero nunca me consulta sobre asuntos políticos precisos porque no entiendo nada", dijo la cantante en la entrevista que aparecerá publicada hoy.

Tras el nombramiento de Frédéric Mitterrand -sobrino del ex presidente socialista Francois Mitterrand- como ministro de Comunicación y Cultura la prensa francesa aseguró que en la llegada del intelectual, actor y director al Palacio Elíseo había sido determinante la opinión de Bruni.
Si bien la primera dama reconoce que el jefe del Estado le preguntó sobre Mitterrand durante un almuerzo, asegura que en ese momento Sarkozy ya había tomado su decisión.

"En una pareja cada uno ejerce una influencia personal sobre el otro, pero yo no tengo ninguna influencia política. ¡Felizmente! ¡Pues de otra manera sería un infierno!", dijo la primera dama, quien agregó que "todos aquellos que supuestamente han sido nombrados por mí, es gente que él (Sarkozy) conocía por más referencias que la mía", insistió Bruni.

Tras un corto romance, Carla Bruno y Nicolas Sarkozy se casaron en febrero de 2008. Según la propia cantante contó a Elle, "antes de casarme miraba las páginas de política de los periódicos como un ciudadano medio (...) me interesaban las elecciones presidenciales como otros se interesan por un partido de fútbol".

Sin embargo, desde que asumió como primera dama de Francia, Bruni se ha involucrado en una serie de actividades, que incluyen una fundación -que lleva su nombre- dedicada a buscar recursos para financiar la educación de jóvenes talentosos, pero económicamente limitados.

En otros temas, Bruni aseguró que desea tener un activo rol como primera dama, pero sin que eso le impida seguir con su música. "Quiero que mi posición sea fértil, pero de forma reservada", y agregó que la imagen pública de ella no tiene que ver con su intimidad. "Hay dos Carla Bruni: una imaginaria, cuya vida es relatada por algunos y la otra real, que soy yo y que tiene una mirada divertida, a veces sorprendida, sobre la primera", afirmó.