Tienen la principal lechería del país, la empresa de transporte de carga más grande y junto con Abraham Senerman acaban de levantar Titanium La Portada, el edificio más alto de Chile. Fue hace 15 años cuando el holding Bethia, que reúne las inversiones personales de la socia de Falabella Liliana Solari, comenzó a tomar forma y a la fecha ya se ha posicionado entre los top 10 en varias de las áreas de negocios a las que ha decidio ingresar. El grupo, que es comandado por Carlos Heller, primogénito de Solari y vicepresidente del holding, tiene inversiones en las áreas agrícola (Ancali), transporte (Sotraser), inmobiliaria (Titanium), vitivinícola (Viña Indómita). Esto se suma al 12,4% de Falabella, principal fuente de ingresos de la sociedad y cuyo valor en Bolsa se acerca a US$ 1.400 millones.
Ahora van por más: tienen en carpeta instalar una lechería en Estados Unidos, crear un holding de viñas y abrir a la Bolsa Sotraser. "Por vocación somos un grupo muy dinámico", dice Carlos Heller, quien habla de los planes de la compañía y de la filosofía que le han dado a Bethia: "queremos ir siempre un paso adelante en los negocios que ya conocemos", sostiene.
SOTRASER A LA BOLSA
Sotraser, que partió en 1990 con dos camiones y hoy cuenta con una flota de 500, ingresó hace un año al norte del país al adquirir la firma de transportes Carmona. Y el negocio fue todo un acierto. Heller comenta que cerca de la mitad de las utilidades de la firma provienen hoy de sus operaciones nortinas, gracias a que prestan servicios a compañías mineras.
La firma alcanzará este año una facturación de US$ 80 millones y ya están pensando en grande para cuando alcance ventas por US$ 100 millones, lo que se debería producir el próximo año. "Hay un minuto en que uno debe ceder participación para poder crecer, es una lección que aprendimos de Falabella y por eso vamos a abrir Sotraser a la Bolsa", dice y precisa que la apertura se debería dar en 2011.
En Bethia, aclara, prefieren colocar en el mercado acciones de la empresa y no del holding, "porque, en general, las matrices son castigadas. La gente prefiere invertir directamente en un negocio", explica.
A juicio de Heller, Sotraser ya alcanzó un alto nivel de profesionalización. Por eso "ahora le pedimos que siga creciendo, porque está marchando al 100%", señala.
Mientras, continúan invirtiendo en la compañía de transportes, que tiene entre sus clientes a firmas de la talla de Copec, minera Los Pelambres, Mininco y Gasco, entre otras. Acaban de comprar un terreno de ocho hectáreas en el parque industrial Enea, en Pudahuel, donde se ubicará la principal bodega de Sotraser, que implicará una inversión de US$ 25 millones. "Es importante no quedarse dormido con los buenos resultados y seguir invirtiendo en el futuro. Nos ha ido bien con Sotraser, pero podemos crecer mucho más todavía", dice Heller.
Desde esa misma premisa han desarrollado los negocios en Ancali, el brazo agrícola de Bethia, y cuyo centro de operaciones se encuentra en Los Angeles, VIII Región. Ahí el negocio que manda es el lechero, con cinco mil vacas y una producción mensual de 6,5 millones de litros. Heller pretende alcanzar las ocho mil vacas, lo que implica invertir cerca de US$ 6 millones en una nueva sala de ordeña. "Empezaremos la construcción este verano para estar produciendo el próximo invierno. En esta industria hemos estado complicados, pero hay que hacer un esfuerzo para estar bien preparados para el futuro", apunta.
"A veces se piensa que todos son grandes empresarios, que los hay, y que por eso no se necesita tanta ayuda, pero se desconoce la fragilidad de este negocio que depende de cientos de pequeños productores que no tienen los recursos para hacer frente a la competencia injusta", sostiene. Por eso, al referirse a la salvaguardia de 15% que la Comisión de Distorsiones decidió aplicar a las importaciones lácteas, afirma resignado "peor es nada".
En paralelo, no obstante, está trabajando uno de sus más importantes desafíos: levantar una lechería en Kentucky, Estados Unidos. La idea se comenzó a gestar cuando conoció a Mike Mc Closky, el mayor productor lechero norteamericano. "Estamos buscando el lugar", cuenta Heller, quien destaca que una de las razones para dar este salto es porque el precio de la tierra allá es similar al que hay en Chile, a lo que se suma el hecho de que "Kentucky está otorgando subvenciones para este tipo de negocios y es una forma de diversificarnos, pero haciendo lo que más sabemos".
VINOS EN BIO BIO
Uno de los proyectos personales que Carlos Heller está desarrollando es la viticultura en Bío bío. Alentado por la experiencia de viñas como Cremaschi Furlotti y los viñedos que el empresario Pedro Ibáñez posee en la zona de Negrete, Heller decidió experimentar con una plantación de uvas viníferas en la VIII Región. "Estamos en la etapa inicial viendo cuáles son las mejores cepas", cuenta, y agrega que de tener resultados positivos el próximo año podrían plantar hasta 100 hectáreas en la zona (una viña boutique opera con unas 35 hectáreas).
Este proyecto no va asociado a Viña Indómita, firma que preside su hermana Andrea y que por estos días se encuentra negociando la compra de tres viñas ubicadas en los valles del Maule y Colchagua. "La idea es crear un holding que tenga un portafolio de viñas que sean complementarias entre ellas", explica Heller.