El senador y presidente de RN, Carlos Larraín, comentó esta mañana la idea que ha surgido en algunos sectores de oposición -planteada inicialmente por los estudiantes-, respecto a la posibilidad de realizar un plebiscito para determinar las modificaciones al sistema educacional, como una forma de destrabar el conflicto que se prolonga por más de dos meses. Esa idea, Larraín la calificó como "peligrosísima".
"No está contemplado en la Constitución, y para eso vamos a tener que convocar al Parlamento, el mismo que no quiere ejercer sus funciones. No nos pueden someter a esa gimnasia, es una abdicación de sus responsabilidades y sé que hay personas de la Democracia Cristiana que no están en esa postura", aseguró en radio Agricultura.
"Yo le tengo terror a un plebiscito, no sólo miedo", agregó, junto con sostener que ese mecanismo "en el actual ambiente es peligrosísimo, una cosa disolvente, claramente subversiva".
"No está en el sistema legal, no está en el sistema constitucional, salvo en un sentido muy estrecho. Entonces, ahora vamos a ponernos a inventar plebiscitos (...). Podríamos pedirle asesoría a Evo Morales o al propio (Hugo) Chávez", ironizó el parlamentario.
Por otra parte, en conversación con radio ADN, el timonel de RN reafirmó sus cuestionados dichos del sábado pasado -durante el consejo nacional de la tienda de Antonio Varas-, cuando dijo que "no nos va a doblar la mano una manga de inútiles subversivos, que están instalados, muchos de ellos, desgraciadamente, en un Parlamento que no supimos ganar".
A pesar de las críticas que recibió por su comentario, el senador dijo que "tengo derecho a defenderme, y el ciudadano común y corriente tiene derecho a circular por la Alameda, y los feriantes tienen derecho a parar sus tablitas para vender lechuga en la esquina".
"Me refiero específicamente a mucha gente que toma como pretexto el reclamo por la educación para salir encapuchados a romper, a golpear, a apalear carabineros", explicó.
Asimismo, comentó que "cómo voy a hacerme el tonto en cuanto a que en el Parlamento hay gente que amplifica estas manifestaciones, que en sus comienzos son absolutamente lícitas, pero que en la forma que son conducidas terminan mal".