El timonel de Renovación Nacional, el senador Carlos Larraín, se refirió hoy a la situación del también senador RN Antonio Horvath, quien se ha manifestado contrario a la aprobación del proyecto HidroAysén, y ayer se sumó a la ofensiva de la Concertación hacia el gobierno.

"La postura de Horvath es muy conocida y muy antigua. Me parece que él tiene una amplia libertad para hacer los reparos que él estime", afirmó Larraín esta mañana en entrevista con radio Agricultura, donde además descartó la posibilidad de que el senador sea sancionado al interior del partido, y destacó que gracias a la postura que Horvath defiende se le hicieron modificaciones al proyecto desde que fue presentado hasta que fue aprobado.

Sin embargo, el timonel RN reprochó la conducta del senador, quien ayer optó por integrarse a la conferencia de prensa a la que citó la Concertación para expresar su rechazo a la iniciativa. Un hecho que ayer Larraín intentó evitar, hablando con Horvath antes de la rueda de prensa.

"Yo le dije a Antonio ayer que él tenía derecho de expresar sus discrepancias como lo venía haciendo, y a estar orgulloso que  muchas de las mejoras se deben a su acción inteligente y razonable. Pero que, en cambio, nos parecía completamente fuera de tiesto que él se asociara a personas que expresan un permanente negativismo, que dicen 'no' a todo, como los senadores (Alejandro) Navarro y (Guido) Girardi, y que son capaces hasta de desconocer la institucionalidad y decir que hay vicios en la aprobación", afirmó Larraín.

El timonel RN explicó que se acercó a hablar con Horvath porque "a nosotros (los senadores de RN) nos pareció que Antonio debía separar aguas, y hacer sus reservas sobre el proyecto, pero no invalidar el proceso. Y así se lo dije ayer. Yo lo estaba 'aguaitando'. Estaba, como quien dice, 'al cateo de la laucha'. Pero no logré convencerlo. Eso es una lástima".

El senador dijo que le hizo notar a Horvath la inconveniencia de aparecer junto a los parlamentarios de la Concertación. "Se lo dije así, tal cual, y delante de ellos, porque estaba el señor Navarro a un metro. Le dije 'no te combines con este grupo, porque son de otra saca, no están en la misma postura tuya'. Pero no me fue bien. Fracasé. Entró a la sala y se subió a la postura de personas que no es que estén por un examen del proyecto, sino que está por rechazarlo".

"NO ME GUSTA LA POSTURA DE DECIR QUE EL PROCESO ESTA VICIADO"
Larraín también cuestionó algunos de los argumentos de los parlamentarios que han aparecido públicamente cuestionando el proceso mediante el cual se aprobó HidroAysén, y afirmó que ha escuchado a algunas personas decir a "brutalidades" y "cosas indecentes".

"No me gusta la postura de decir que el proceso está viciado, que ha habido ilegalidades. Por ahí ayer había un persona que decía que había que revisar las cuentas corrientes de las personas que habían intervenido, que había que estar muy atentos a ver si cambiaban de auto en los próximos seis meses, y otras brutalidades de ese tipo. Esas son cosas indecentes, que se transmiten por la enorme red de Internet y por televisión y otros aparatos que consumen mucha electricidad", dijo.

Además, el senador afirmó que, según la información que supo desde una fuente que no mencionó pero que calificó como "inatacable", "en el Partido Socialista están muy enojados porque un funcionario de la Corema, que fue socialista, ayudó a destrabar este asunto, porque él pudo detectar que había paralizado el trabajo durante las postrimerías del gobierno de la señora Bachelet. Entonces el proyecto no estaba siendo conducido como correspondía".

"Y como en la Concertación se aprobaron termoeléctricas como quien aprueba un carrito de maní, de esos que venden maní en la esquina, bueno, este asunto lo echaron al desván de los muebles viejos. Entonces viene el gobierno de Piñera, trata de hacer las cosas bien, echa a andar el engranaje institucional, y resulta que a nosotros nos revienta este asunto, siendo que ya lleva años de tramitación", agregó.

Finalmente, el timonel RN cuestionó a los grupos ambientalistas extranjeros que, según afirmó, se encargan de financiar a los grupos dentro del país, afirmando que "me da mucha rabia este grupo de 'misioneros' extranjeros, debidamente provistos de dinero, que se pasean por el mundo dictando cátedras sobre como debemos vivir los chilenos. Y resulta que los chilenos quieren tener más electricidad. La necesitan para desarrollarse, quieren prender la estufa de la casa y echar a andar el refrigerador para que no se pudra la leche que le dan a las guaguas".

"Hay placeres muy refinados de personas que vive en las junglas de cemento en el norte, que quieren tener esto como lugar de expansión", criticó.