Ayer Ticio Escobar, curador de la Trienal de Chile, recibió una carta donde el artista Carlos Leppe, actual candidato al Premio Nacional, le comunicó su renuncia al encuentro a dos meses de su apertura, el próximo 5 de octubre. Leppe había sido convocado con su obra de 1984, Proyecto de demolición de la cordillera de los Andes, a la muestra Territorios de Estado. Paisaje y Cartografía, que se presentará en el Museo de Bellas Artes y que está a cargo del curador argentino Roberto Amigo.

Era una pieza formada por diferentes objetos, como retratos, paisajes, escombros y hasta restos de avión, que proponía la desaparición de los límites de los Estados en Latinoamérica, precisamente en una época en que  Chile y Argentina discutían sus límites. El artista aceptó la invitación, pero pidió exhibir una nueva versión de su trabajo que consistía en un bloque monumental de piedra cordillerana emplazado en el museo. La respuesta de Roberto Amigo fue negativa y, ante la imposibilidad de diálogo entre ambos, Leppe decidió apartarse.

Además de renunciar a esa muestra, Leppe dejó la otra exposición de la Trienal donde participaría: El terremoto de Chile, en el MAC. En esta última, su propuesta consistía en construir un muro de adobe que tapiara el frontis del museo, de modo que se pudiera ingresar a él sólo por un pequeño agujero de proporciones de una puerta de vivienda básica.

Para Leppe el rechazo a su primera propuesta revela la burocrática estructura que sostiene a la Trienal, donde su curador principal, Ticio Escobar, estaría imposibilitado de solucionar los problemas que aquejan al encuentro. De ahí que se refiera a la imagen del curador "secuestrado", atado de manos por la burocracia del Estado. "La percepción generalizada en el mundo del arte es que la Trienal ha sido desmantelada y reformateada en las oficinas fiscales por unos operadores que te han convertido en un rehén político", dice Leppe en la carta destinada a Escobar. "Te han secuestrado en esta selva chilena de arribismo y maltrato. Desde el lugar que ocupo en la escena del arte, me duele que no hayan respetado la complejidad de los conceptos que tú has puesto a circular en el debate crítico".

Tras conocerse el contenido de la carta, la organización de la Trienal  señaló ayer que su salida se debe exclusivamente a un problema artístico entre Leppe y el curador Roberto Amigo. Desde Buenos Aires, Amigo explica su versión del conflicto con el artista: "Me interesaba integrar a la exposición una obra histórica de Leppe, pero él no aceptó. La nueva obra que me propuso no funcionaba con mi guión ni con la programación de costos y viabilidad de la muestra. La roca gigante no entraba por las puertas del museo y su peso tampoco sería soportado por el piso de éste. Además, era una obra decorativa".