Ni refundacional ni reformista. A Carlos Montes no le gusta ninguna de las tesis antagonistas que han levantado los presidentes del PPD, Jaime Quintana, y de la DC, Ignacio Walker, para definir el programa de transformaciones que impulsa Michelle Bachelet. El senador socialista, quien integra la Comisión de Hacienda -que a partir de hoy comenzará a revisar la reforma tributaria- prefiere hablar de cambios estructurales, reconociendo los logros de la Concertación, pero también sus errores.

En la Cámara hubo críticas, incluso del oficialismo, por la manera en que se tramitó la reforma tributaria. ¿Qué tan distinto debe ser la tramitación en el Senado?

La crítica de que no hubo espacio para exponer los puntos de vista es muy relativa. Cuando llegaron 50 personas a exponer su visión, cuando se entregó un alto de documentos, no es porque no hubo espacio. Lo real es que las reformas tributarias siempre tienen esta complejidad, porque los gobiernos, después de ver varias alternativas, optan por un camino y tratan de sacarlo adelante. Ha sido siempre así. Nunca he quedado satisfecho, en las seis reformas tributarias que me han tocado, con los espacios para discutir. Siempre se dice: faltan estos datos. Los gobiernos tratan de convencer, pero en esta reforma hubo más discusión que la que hubo con la reforma de Piñera.

Algunos dicen que el ministro Arenas fue poco flexible...

El ministro tuvo que defender. No me cabe duda que la derecha y el empresariado van llegar con una posición más madura al Senado. No creyeron que íbamos a presentar la reforma en los primeros días. La CPC y la Sofofa hoy recién están empezando a producir elementos alternativos. Creo que fueron sorprendidos y le echaron la culpa al ministro. En las reformas tributarias no hay grandes cambios y aquí tampoco va a cambiar. Pero si hay otras cosas que generan problemas y hay mejores alternativas, estamos abiertos a considerarlas.

¿Van a permitir separar la votación o pretenden votar en bloques como se votó en la Cámara?

De todas maneras vamos a votar por separado. Es mi punto de vista. Obviamente hay que velar por la consistencia. Pero esto fue una teoría de la derecha en el gobierno de Piñera, que si no iban juntas las cosas se generaba déficit o se generaban cosas que no eran consistentes. Reglamentariamente corresponde votar por separado.

En el oficialismo se instaló la visión de que habían cedido terreno comunicacional. ¿Fue adecuada la apuesta del Ejecutivo?

Como fue algo sorpresivo, el debate ha sido muy caricaturesco de parte de quienes están en contra. Y los que están a favor, ha faltado a veces desplegar comunicacionalmente los argumentos. Es difícil explicar la reforma tributaria. He estado con el ministros en distintos lados. La lógica más de fondo se entiende, pero entrando en los mecanismos, es muy difícil, es muy especializado. Entonces la derecha aprovecha eso para tergiversar. Y hay cosas que a uno le surgen dudas. Hay cosas que he estudiado y todavía no las entiendo. Tengo una reunión ahora con un equipo que me apoya, porque esto no es ni siquiera para economistas, es para tributaristas.

¿Qué le dice la gente, hay temor de que pueda afectar a la clase media, las pensiones, las pymes?

En sociedad he visto que la gente cree que hay desigualdad, que hay algunos que casi no pagan impuestos, que hay demasiados privilegios. Y eso la gente lo capta. Y lo que ha logrado la derecha es meter cierta confusión, que se ha demostrado que no es así. Hay dudas y la gente lo plantea, si afecta a la pyme. En auditorio más jóvenes preguntan por el alcohol. Pero es difícil tener una estrategia comunicacional comprensible.

¿A qué atribuye que se haya enrarecido el clima por la reforma tributaria?.

Nunca pensé que iba ser simple. Son US$ 8.200 millones. Hay sectores económicos que ya no van a tener eso. Tiene que pagarlo alguien. Hay gente afectada. Todos los sectores de más altos ingresos.

El gobierno instaló la idea de que el "corazón" de la reforma no se toca, pero el ministro Arenas se abrió a flexibilizar temas como la renta presunta...

Bueno, hay cosas que no son tan del corazón. De ahí las bromas del bypass. Pero la renta presunta, el piso del artículo 14 ter, subirlo un poco, son algunas cosas que con argumentos y datos pueden tener una pequeña modificación. Pero están en el margen.

¿Qué temas son intransables?

La recaudación, el fin del FUT y aumento de la tasas de impuesto a las empresas. El corazón del proyecto es la recaudación y la lógica de tributación que se cambia. Acá hay dos cambios estructurales: lo que tiene que ver con renta devengada y no percibida, que se traduce en el fin del FUT, y los tributos a la transacción de bienes raíces.

Un principio de la reforma es que los que ganan más, paguen más, ¿no es un contrasentido que la reforma también implique rebajar el tramo de más alto ingreso?

Yo estoy por aprobarlo. La primera vez que bajamos eso, fue en la reforma de Aylwin por presión de la derecha. Luego por presión del algunos senadores DC se bajó en el gobierno de Lagos. A mi nunca me gustó. Pero lo nuevo que me convenció, es que se acaba el FUT.

¿Qué rol espera que juegue la DC en el Senado?

Una de las cosas que mayor confusión provocó fue cuando Ignacio Walker dijo que esto afecta la inversión, el desarrollo, las pymes y los sectores medios. Eso era justamente lo contrario que había dicho el ministro. A medida que avance el debate hay procedimientos para aclarar los matices y las diferencias. Y algunas de esas cosas se traducirán en indicaciones.

¿Qué indicaciones impulsará?

Hay dos temas que son ejes de preocupación. Creo que la retención del 10% hay que revisarlo muy al detalle. Si surge una alternativa, eso hay que revisarlo. En el caso del IVA de la construcción he sido partidario hace 15 años de que esta franquicia no exista.

¿Los cambios que promueve el gobierno de Bachelet tienen características "refundacionales"?

Hablar de refundacional tiene toda una connotación histórica, que confunde. Lo que está haciendo este gobierno son reformas profundas y estructurales, que nos llevan a algo más parecido a lo que son las democracias desarrolladas. Refundacional es un proyecto en que todo hay que rehacerlo. Soy de los que piensa que la Concertación, en los 20 años que gobernó, permitió transitar a la democracia, que creciera el país y bajara la pobreza. Pero la misma forma implica concentración económica y desigualdad. Hay que hacer reformas estructurales para evitar eso.

¿Le gusta más el concepto reformista de Ignacio Walker?

Me gusta más el concepto reforma estructural. No creo en el gradualismo. Hay cosas que hicimos mal antes.