El diputado socialista Carlos Montes llegó el jueves pasado al lago Caburga, ubicado en la Región de La Araucanía, para pasar sus vacaciones junto a su familia. Se quedará hasta fines de febrero, para "retomar fuerzas" e iniciar el segundo año político como opositor al gobierno de la Coalición, ya que, según él, "la Concertación no encontró el rumbo el 2010"
¿Cuál es el principal problema de la Concertación?
Hay un serio problema de proyecto. Hay que preguntarse por qué Chile hoy día es tan desigual, por qué a la gente se le trata mal en los lugares de trabajo, por qué la riqueza está concentrada en tan pocas manos. Hay que preguntarse cosas que tratamos de hacer durante 20 años y no lo logramos. El entendimiento entre el centro y la izquierda es el que puede ofrecer un proyecto al país.
Usted dice que a la Concertación le falta un proyecto, sin embargo, la semana pasada se anunció un reglamento de disciplina.
Imponer disciplina antes de acordar los contenidos no es adecuado. Si se trata de que producto de una conversación de dos o tres personas se pretenda que los demás se ordenen detrás de lo que decidan, eso no va a ocurrir, eso no va a funcionar.
¿Qué tipo de oposición debería realizar la Concertación?
Nadie está por negar la sal y el agua. Hay que actuar también pensando en la coyuntura. Se trata de desarrollar una línea opositora consistente para ir mostrando un proyecto. No podemos seguir siendo puramente reactivos a la agenda del gobierno, tenemos que ir poniendo nuestros temas, como el laboral, tributario. Tampoco se puede pensar en una oposición ideologista, principista, separada de los procesos reales. Debemos estar por los acuerdos, pero no por los acuerdos precipitados, encerrados en una oficina. Tenemos que actuar con transparencia y con mucha claridad.
La Concertación ha planteado como una nueva forma de hacer política volver a las movilizaciones sociales. ¿Qué le parece?
No puede ser que la cuestión social se reduzca en hacer paros de dos o tres gremios cada cierto tiempo. La nueva forma de hacer política tiene que ver con distintas cosas, como que la política no esté sólo en el Parlamento. Durante 20 años estuvimos en el gobierno, donde el eje de decisiones se dio con el Parlamento. Hoy es fundamental que se haga política en la sociedad.
¿La Concertación está replegada en el Congreso desde que es oposición?
Sí; este repliegue es parte de la inercia del pasado y debe terminar. Durante 20 años, gran parte de las decisiones se tomaban en el gobierno. Y algunas de ellas se discutían con el Poder Legislativo. Y los partidos iban coordinándose con los ministros. Ahora el escenario es distinto. Esto tiene que cambiar. Tiene que cambiar la manera de discutir. Las bancadas tienen que autodirigirse, no esperar que venga orientación de afuera, como cuando éramos gobierno. Se requieren partidos mucho más vitales y dinámicos.
¿Cómo cree posible concordar posturas en la Concertación?
Es importante que el propio PS haga su reflexión y por eso tiene un congreso. Ojalá que esto lo haga la DC, el PPD y PR. A partir de esas reflexiones tendrá que surgir una propuesta de conjunto, superior a lo que hemos tenido hasta ahora, que asuma los grandes errores que cometimos.
¿Qué errores cometieron?
No haber logrado cambiar el sistema binominal como se debía, no haber hecho plebiscitos desde 1989, no haber desarrollado la industria nacional, un modelo de desarrollo.
¿Usted es partidario de cambiar el nombre a la Concertación?
Me parece interesante ver de qué manera se va a reflejar mejor una coalición tomando lo que se hizo y proyectar el futuro. Si eso significa un nuevo nombre, estoy muy dispuesto.
¿Existe una crisis de liderazgos en la Concertación?
Los liderazgos no son puramente cantidad de fotos en los diarios o abrazos. Los liderazgos se juegan en la vida concreta del país. Es muy difícil que alguien concite un apoyo, un cariño y una connotación de proyecto de país como la Presidenta Bachelet.
¿La imagen positiva de Bachelet se puede mantener en el tiempo?
Hay mucha gente que valora muchas cosas que hizo Bachelet. Se reconocen errores importantes, pero se valora que ella tuvo gran sensibilidad por los chilenos, la gente le tiene confianza. Eso se va a mantener, no tengo la menor duda. Queda muy poco tiempo, sólo dos años.
Entonces, ¿Bachelet será la candidata de la Concertación?
Es la carta natural. Es muy difícil que surja otro nombre. Lo que hay que preguntarse es si ella está dispuesta o no. No lo sé, y probablemente, ella tampoco lo tenga definido.