Los números que va entregando Carlos Núñez sorprenden a primera vista. Parecen sacados de los cálculos de una gran computadora mundial que analiza el estado en cifras del cine y de vez en cuando se contrastan con los propias estimaciones del cine chileno. El director y fundador de Sanfic (Santiago Festival de Cine Internacional) ya se encamina a encabezar la edición número 13 del encuentro que partió en el 2005 y, con tranquilidad, puede decir que durante el último año le llegaron 600 postulaciones de todo el orbe para participar en el festival.

"En el mundo se hacen cerca de 9 mil películas al año y nosotros ofrecemos 100 en Sanfic. Casi siempre están avaladas por la crítica internacional y por la reacción del público a la hora de su estreno afuera", cuenta Núñez en su oficina del departamento que sirve como centro de operaciones de Sanfic, en Parque Bustamante.

Con fecha de realización entre el 20 y el 27 de agosto, Sanfic se ha constituido en el encuentro fílmico más grande del país y, además, en una ventana importante del cine chileno, que en esta oportunidad concentrará, según Carlos Núñez, alrededor de 20 filmes (ver recuadro).

Durante esta versión se implementará además el nuevo espacio Sanfic Educa, dedicado a la participación y formación de público infantil y juvenil. Se trata de una instancia que se complementa con la ya existente Sanfic Familia (que va a diversas comunas de Santiago) y lleva además talleres de arte, cuadernos y fichas educativas. Entre las seis cintas que se darán estará, por ejemplo, la reciente Stefan Zweig: adiós a Europa (2016), trabajo de Maria Schrader sobre el escritor austríaco que se refugió en Brasil tras la llegada de los nazis al poder.

Para Núñez, que fue jurado en la competencia de cortos del Festival de Berlín 2017, la labor educativa de Sanfic es una de las columnas del encuentro junto a la programación y las visitas internacionales.

¿Cómo es visto Sanfic a nivel internacional?

Los grandes festivales de cine de Latinoamérica son el de Guadalajara (México), Cartagena de Indias (Colombia), Lima (Perú), Bafici y Mar del Plata (ambos de Argentina). Nosotros somos parte de ese gran grupo y eso no es algo que diga yo, sino que lo afirman los críticos y profesionales de la región. Nos hemos consolidado a ese nivel.

Si alguien quiere llevarse una película chilena a un festival extranjero ¿la elige en Sanfic?

Me parece que Sanfic es el festival que está ayudando a que las películas chilenas se muevan fuera de Chile. Puedo decir con responsabilidad que es el festival chileno al que vienen los programadores de los grandes encuentros internacionales para ver y escoger películas. Hemos servido de puente para que obras como Joven y alocada de Marialy Rivas o Matar a un hombre de Alejandro Fernández Almendras hayan ido, por ejemplo, al Festival de Sundance.

¿Qué mueve al Sanfic este año?

Hay dos líneas centrales en este 2017: una es la diversidad y volumen de la programación, con cerca de 100 películas, y la otra es la apuesta a mantener cautiva a la audiencia. Creo que con ese volumen de cintas el público está alerta, se interesa y al mismo tiempo se despierta la curiosidad internacional. Nos parecen muy positivos los esfuerzos por crear nuevas audiencias, pero en rigor creo que el objetivo principal es mantener y potenciar al público que ya se ha conquistado en estos años, con un promedio de 30 mil espectadores. Es decir, conectar con aquella audiencia que ya existe. Por eso la programación debe ser muy transversal, cruzando por diferentes géneros, desde el terror a la comedia o el thriller. También es muy importante que este año vengan representantes de los siete festivales más importantes a nivel mundial, incluyendo a Charles Tesson, el director de la Semana de la Crítica en Cannes. Además llegarán programadores del Festival de Berlín, Venecia, Sundance, Tribeca, Toronto y San Sebastián. Esto es algo inédito en la historia de nuestro país.

En Cannes hubo polémica porque compitieron cintas de Netfix que no entraron a salas, ¿qué opina?

El mundo ha cambiado, todo se ha digitalizado y eso ha provocado conflictos como el del Festival de Cannes. Está Netflix, pero por otro lado hay plataformas de cine como Mubi, que son muy segmentadas hacia cierto tipo de cine más dedicado a los cinéfilos duros. Por la misma razón, el gran desafío para Sanfic es motivar al público, alejarlo de la conexión a internet y ponerlo en una sala de cine. Es la razón por la que tenemos las mejores películas del momento y nos ayuda mucho estar en una muy buena época del año: logramos traer cintas del mismo 2017, de Berlín, Cannes o Tribeca, e incluso adelantar títulos que eventualmente pueden ir a San Sebastián después de Sanfic. Aún así veo al streaming como una potencial ayuda y nos gustaría ofrecer incluso películas a futuro en ese formato, como lo hace el Festival de Tribeca, por ejemplo.