"Hay un antes y un después. Nunca se había atentado contra la vida de un presidente, esto es un magnicidio", afirmó Eduardo Frei el lunes pasado, pocas horas después de que el juez Alejandro Madrid procesara a seis personas como autores, cómplices y encubridores de la muerte de su padre, el ex mandatario Eduardo Frei Montalva, en enero de 1982.
Ese día, los comandos de Sebastián Piñera y el de Marco Enríquez optaron por no confrontar al senador DC por el momento que escogió el juez para dar a conocer el dictamen: una semana antes de las elecciones. Ayer, sin embargo, el padre adoptivo de Enríquez, el senador Carlos Ominami, cuestionó a Frei por los términos históricos de su afirmación.
"La declaración de Frei es una falta de respeto por la historia, es olvidar que el primer presidente en ejercicio sobre el cual se atentó fue Salvador Allende. Ese fue el verdadero antes y después. Con toda la gravedad que tuvo este hecho, el antes y el después tienen que ver con el golpe de Estado, con la ruptura de la democracia, el bombardeo a La Moneda, del cual pudo perfectamente haber resultado muerto Allende. Su suicidio es más bien un hecho técnico en el cuadro histórico en el que se produjo", señaló Ominami a La Tercera.
Junto con señalar que la decisión judicial por el caso Frei Montalva "es muy importante", el parlamentario añadió que "al actuar de esta manera, el senador muestra que tiene poca percepción frente al mundo de la izquierda, a los acontecimientos históricos que hemos tenido que vivir".
"No se puede en un momento decir que se quiere ser la continuación de los presidentes Frei Montalva y de Allende y poco después evaluar despectivamente al gobierno de Allende (el senador le puso nota cuatro en una escala de uno a siete en un debate de Anatel). Y ahora decir que el antes y el después en la historia de Chile se mide a partir de la muerte de su padre".
Ominami recalcó otros casos de presidentes, como el de José Manuel Balmaceda, quien se suicidó en 1891 tras una rebelión contra su mandato.
Horas después, en Estación Central, un disfónico Enríquez siguió el libreto que definió el lunes para abordar el caso Frei Montalva: no atacar al senador y centrar sus dardos en Sebastián Piñera. "Me sorprende que Piñera se haya comprometido a ayudar a que se sepa la verdad, cuando él en 1995 presentó una ley de amnistía para que casos como éste no se investigaran", dijo el diputado, cuyo comando teme que Frei termine copando la agenda con el tema y sensibilizando al electorado de izquierda.