Carlos Pinto, productor, periodista y el cerebro de "Mea Culpa", está incursionando en las tablas, ya que desde mediados de este 2010 dedica su tiempo a la gestión cultural, con el inaugurado centro Ladrón de Bicicletas, que es una de sus largas aspiraciones y que hoy labora a toda máquina. De esta manera también comienzan las críticas hacia lo que dice es el poco apoyo de los gobiernos a la cultura.

"La cultura en nuestro país no está en las prioridades en los gobiernos, no a lo menos para sacarla de sus menudos e insignificantes movimientos, que distan mucho de las necesidades de expresión de nuestros creadores". Sobre este punto agrega que "siempre hay intentos de solución, pero en su mayoría son parches, no obedecen a una política, que creo es lo que se necesita para un país que pretende o se cree desarrollado", dijo.

La idea de abrir un espacio dedicado a las artes le rondó hace años, pero recién este -y con muchas dificultades- se concretó Ladrón de Bicicletas. Según sus palabras, "es un intento por generar un espacio de charla, discusión y reflexión, que aminore un poco de falta de sitios donde las expresiones y géneros del arte se manifiesten con algún grado de dignidad". De hecho, afirma que es completamente posible adaptar a las tablas capítulos de "Mea Culpa", mezclando así sus conocimientos sobre la maldad humana y el teatro.

Al llegar a este punto se presenta un problema: la falta de apoyo a las artes. A su juicio, esta ausencia demuestra que se trata de ayudas "que son nimiedades que sólo benefician al más listo y no necesariamente al más talentoso".

Pero Carlos Pinto tiene otra experticia. Su amplia trayectoria de la mano de Mea Culpa lo hace una voz importante al analizar la actual crisis en las cárceles. Como un conocedor de la materia, afirma que la actual situación en los penales del país eran pronosticables.

"Sin duda, estos problemas eran una bomba de tiempo y desde luego les cabe responsabilidad a los gobiernos de turno, que siempre han echado la basura debajo de la alfombra con este tema. Invertir en cárceles y en los seres humanos que las habitan, no rentabiliza para ellos, pensar así es un error, pero es lo que se ha hecho. Es más, no creo que haya que hacer necesariamente mas cárceles, sino ver el modo de aumentar el potencial de rehabilitación, que hoy no es más del 10%". La solución, a su juicio, pasa por que los reclusos reciban ofertas interesantes en lo laboral mientras cumplen condenas, sino lo que queda es "alimentar las 24 horas del mas puro ocio", la principal fuente de todos los conflictos, aseguró.