Más de 10 mil bailarines, 63 comparsas y 15 horas de fiesta durante cada jornada tendrá este año el carnaval Andino con la Fuerza del Sol, que este viernes se inició con algunos cambios en el recorrido respecto a versiones anteriores.
"Nosotros como municipalidad nos jugamos para que el carnaval estuviera en el centro, pero ante eso, tuvimos que acceder a los requisitos que nos exige Transporte, Carabineros, Salud, tanto para el comercio ambulante y la distribución del recorrido. Uno de los puntos que nos exigen es el tema de seguridad en el sector de Jamaica (al pie del Morro)", dijo el alcalde, Gerardo Espíndola, en su primer carnaval.
Uno de los principales temas es la modificación del recorrido, el que comenzará más cerca del centro y terminará después del Morro, lo que ha generado inquietud en los participantes, según lo confirma el presidente Federación Bailes Andinos Kimsa Suyu, Martín Quispe Cruz.
"El recorrido es una de las preocupaciones, es algo que no nos satisface. Nos están achicando más el circuito. Entiendo que es por seguridad, pero creemos que eso se puede plantear de otra forma", expresó Quispe.
Además, en esta edición se determinó normar que los vendedores de comidas no se ubiquen en cualquier lugar y menos al pie del histórico peñón, debido a que es una zona donde podría haber desprendimientos de material, tal como lo confirmó el mayor Gabriel Guerrero, comisario de la Primera Comisaría de Carabineros de Arica.
"Hay sectores donde se va a limitar el ingreso, como al pie del Morro, por cuanto se están haciendo los esfuerzos para que esa área quede debidamente aislada y desmarcada, y las personas no ingresen a ese lugar por su seguridad", destacó el oficial.
Basuras
A lo anterior se suma la lucha contra la basura que queda luego de cada jornada. Así se instalaron ocho puntos de reciclaje a lo largo del circuito, además de 150 tachos de basuras adicionales por la ruta donde pasa el carnaval.
Otra medida para los turistas ha sido pedirles que no arrojen challa en aerosol a los bailarines y a sus trajes, para así evitar daños en el vestuario de los participantes, que en algunos casos tienen un costo que sobrepasa los $ 300 mil.
Al respecto, el alcalde Gerardo Espíndola precisó que la mesa técnica que organiza el carnaval restringió la venta de este tipo de productos. Y solamente autorizó a los comerciantes ambulantes vender artículos de paquetería, como serpentinas.