Se espera que unos 760.000 turistas pasen el carnaval en la capital carioca. Un 4% más que el año pasado.
Pero los analistas consultados por la BBC coinciden en que todavía está muy por debajo de su potencial por culpa de la falta de infraestructuras.
"No hemos conseguido un crecimiento significativo. Estamos recibiendo unos cinco millones de turistas por año cuando deberíamos estar en el entorno de los ocho o nueve millones", opina Leonel Rossi, director de Relaciones Internacionales de la Asociación Brasileña de Agencias de Viajes (ABAV).
MOMENTO DECISISVO
El coordinador del Núcleo de Turismo de la Fundación Getulio Vargas (FGV), Luiz Gustavo Barbosa, considera que Rio de Janeiro vive un momento decisivo.
"Río está en un turning point en que tiene que decidir lo que quiere ser en el turismo: ¿quiere seguir como un destino mundial medio o quiere convertirse en un destino grande, consolidado, capaz de recibir grandes eventos económicos?".
Para ir hacia lo segundo, Barbosa considera que la ciudad debe continuar trabajando en resolver el problema de la inseguridad, suplir la carencia de mano de obra cualificada "para una buena acogida del turista extranjero" e invertir en transporte.
"Un lugar como Río, donde el turismo se mezcla con la vida cotidiana, la ciudad será buena para los turistas cuando lo sea para los ciudadanos. El desafío es primero mejorar la ciudad", dice el especialista en urbanismo Mario Ossorio, profesor de Economía de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ).
La lista de medidas urgentes de Ossorio empieza con la descontaminación de la bahía de Guanabara, soluciones de saneamiento para el área metropolitana, avances en la lucha contra la violencia y la elaboración de un calendario de eventos que permita un flujo permanente de turistas.
El Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 serán un gran momento para atraer turistas de fuera de Brasil. Pero para Fabio Sá Earp, del Instituto de Economía de la UFRJ, es necesario que la ciudad haga bien los deberes.
"Pasar por el gran evento es fácil. Lo complicado es conseguir atraer todos los años a millón y medio de turistas", comenta.
LOS HOTELES REPLETOS
En carnaval, conseguir una cama en un hotel en Río de Janeiro es virtualmente imposible. Pero lleno, si bien es una buena noticia para los empresarios, no es así para los turistas.
Según Alfredo Lopes, presidente de la Asociación Brasileña de la Industria Hotelera en Río (ABIH-Río), los hoteles de la zona turística de la ciudad pasarán el carnaval con una ocupación del 99%.
Para Lopes, la alta tasa de ocupación no supone un límite para el crecimiento del turismo porque el sector planea expandir y poner en el mercado 10.000 nuevas habitaciones para 2016.
En la actualidad la oferta es de 30.000.
Los hoteleros cariocas también prevén una llegada récord de extranjeros este año: siete de cada diez turistas.
Sin embargo, Barbosa discrepa y asegura que el factor a destacar este 2011 es el turismo interno.
"El número de extranjeros puede ser mayor en los hoteles, pero la ciudad está recibiendo muchos más brasileños que recurren a otro tipo de alojamiento, como alquiler de temporada, pensiones, etc", comenta Barbosa.
"Los brasileños disponen de capacidad para viajar y comienzan a tener una cultura de viaje más trabajada".
AEROPUERTOS
La ABAV dice que la venta de paquetes turísticos creció un 15% respecto al pasado carnaval.
En opinión del especialista en logística Peter Wanke, del Instituto de Posgrado e Investigación de la UFRJ, la capacidad de los aeropuertos y autopistas del país está "al límite".
Para Wanke, el crecimiento de la demanda sólo consigue aumentar los embotellamientos.
Con los datos de la Agencia Nacional de Aviación Civil, Wanke dice que los diez principales aeropuertos del país "están con los puntos de descanso prácticamente en cero".
"Esto provoca el apagón logístico, que es bastante silencioso. No impide que se viaje, pero impide prever si va a ir bien o cuánto va a durar. Se puede seguir, pero de forma cada vez más precaria".