Estos meses están siendo de reencuentros para Carolina Arregui. Actualmente graba Los Carmona, la nueva teleserie de las 20 horas de TVN, que la reúne con dos antiguos conocidos. Será pareja de Alvaro Rudolphy, con quien no trabajaba desde Marrón glacé (1993), y vuelve a compartir con Gabriela Medina, su madre en Angel malo (1985). "Es como si nunca hubiéramos dejado de vernos", dice de su marido telenovelesco, mientras que de Medina afirma que siempre se acuerda de una cachetada que recibió de su parte en una escena de la teleserie. "En mi vida me voy a olvidar de esa bofetada que me mandó", recuerda entre risas.
En Los Carmona, Arregui interpretará a la matriarca de una familia que se cambia a vivir a La Dehesa desde el campo y sufren un shock cultural, además de enfrentar a la familia vecina, que los quiere estafar. "El inicio de esta teleserie ha sido con animales, niños, exteriores, lluvia y mucho frío", cuenta, añadiendo: "No ha sido fácil, ha costado echar a andar, pero lo hemos pasado bien".
Como Pobre rico duró todo 2012, este año inicialmente usted no iba a hacer TV.
Lo tenía pensado como sabático. Pero definitivamente no puedo estar en la casa sin hacer nada, y me encanta lo que hago. Y por otra parte, la teleserie la encontré muy entretenida y al personaje adorable.
Esta apuesta nuevamente toca el choque cultural entre ricos y pobres, como en Pobre rico. ¿No le parece demasiado pronto para tocar la misma tecla?
Tengo fe, creo que es una historia de esas que nunca van a pasar de moda. Está planteada de una manera distinta, los personajes son diferentes. Aquí estamos hablando más que de clases sociales, de mundos culturales distintos. De alguna forma es lo mismo, pero no es igual.
¿Echa de menos el melodrama?, Sus personajes más recordados son de teleseries en ese género.
Echar de menos, no. Estoy mirando para adelante. Lo que estoy haciendo me encanta, lo que venga más adelante vendrá, siento que en lo que estamos funciona de acuerdo a nuestro día a día. Los otros personajes, tal vez porque era otra época, eran más intensos, marcaban mucho una misma tecla todo el tiempo, eran más sufridos. Hoy nos estamos acercando más a la realidad.
En esta telenovela, usted es pareja de Rudolphy, que tiene casi su misma edad. Es una excepción en las telenovelas, donde ahora se usan hombres mayores con parejas más jóvenes.
Aquí estamos rompiendo los esquemas y está súper bien. Antes el clásico era cinco, seis, siete años de diferencia con la mujer menor. Es una cosa machista. Y hoy eso se está perdiendo.
Pero los hombres todavía tienen más licencia para envejecer, mientras sus parejas románticas se mantienen igual de jóvenes.
Por mí, que me hicieran cachirulos y haría de la pequeña Lulú. Que me sacaran siempre, ojalá, con una guagüita de dos años o que acabo de parir. Pero los años van pasando y te van dando papeles de acuerdo a tu edad. Sé que en unos años más me van a dar papeles de abuela. Y es algo que es normal que ocurra, porque es la ley de la vida. Si me dieran papeles de abuela en la próxima teleserie, igual podría ser, tengo hijos de veintitantos años, podría serlo en cualquier minuto. Sería ilógico que te quedaras pegada haciendo de la jovencita de la película, porque también hay que darle oportunidades a las nuevas generaciones.
¿Siente la presión de tener que seguir viéndose joven?
No, no siento presión, pero sí tengo muy presente el tratar de verme lo mejor posible. Manteniendo mis años, uno no puede ir contra el tiempo, pero sí tratando de verme lo mejor que puedo. Porque trabajo en televisión, con mi imagen, y me quiero ver bien.
Antes de empezar la telenovela se hizo algo...
Me pegué un viaje a Europa y esos refresh son cosas de un poquito de botox, cositas así. Hay que mantenerse, obvio.
Usted reconoce que se ha hecho cirugía, pero es un tema que sigue siendo tabú entre las actrices.
No sé lo de mis compañeras. Pero a mí me preguntan mucho de mis cirugías, porque estoy al lado de un cirujano plástico, es una pregunta que sé que está por venir. "¿Y con qué cirugía saliste ahora?". El estar al lado de un cirujano plástico va a ser, entre comillas, mi karma. Ahora, no voy a estar comentando todo el tiempo cuál fue mi última cirugía o qué fue lo último que me hice. Si me veo bien, estupendo. Ahora, ¿qué me hice? Eso es secreto de sumario. Pero me voy a seguir manteniendo bien mientras pueda. Sería una tontera que, si puedo hacerlo, no recurriera a una de las mejores manos que existen en el país.
¿Cree que se aborda demasiado el tema?
No sé, la verdad es que me tiene sin cuidado. No sé cuánto le importa a la gente, pero sí me importa que me sienta bien conmigo misma. La idea es tratar de verse y mantenerse lo mejor posible y no cambiar de la noche a la mañana. Quiero que la gente me siga viendo con la misma nariz de siempre, con la misma cara. O sea, los años van a ir pasando, me van a ver cada vez con más arruguitas, pero vamos a tratar de prolongar el tiempo.