El 2012 no fue un año fácil para el Festival de Viña del Mar. El evento, que tal como ahora lo transmitía Chilevisión, debió pelear punto a punto el rating con el exitoso reality Mundos opuestos, de Canal 13, y ninguno estuvo dispuesto a aflojar.

En esta nueva versión, el escenario es muy parecido, pero cambia el contrincante: esta vez es Mega junto a sus imbatibles teleseries turcas del prime, ¿Qué culpa tiene Fatmagül? y Ezel.

Hace tres años, Carolina de Moras, la animadora del certamen por segunda vez consecutiva, solo fue testigo a través de su televisor de lo ocurrido entre la cita y el comentado programa de telerrealidad. Esta vez, la ex modelo tendrá que hacerle frente al fenómeno turco y presenciar bajo un rol protagónico la estrecha batalla por la audiencia. "El Festival no compite por rating, según mi percepción. Sé que competimos con los otros canales, pero el Festival tiene su público fiel y un gran arrastre, que es parte del inconsciente colectivo del país. Ojalá los números nos acompañen frente a las teleseries turcas, pero si no es así, no perderemos peso ni importancia", asegura en una de las oficinas de CHV, rodeada a todo momento de sus tres asesores principales.

Otro punto relevante que marcará el espectáculo es que, luego de 32 años, no habrá entrega de antorchas, lo que ante los ojos de Moras no es más que "una decisión que se tomó luego de un análisis que hizo nuestro equipo, y lo mío solo es acatar, porque soy la animadora. No tengo opinión ni buena ni mala sobre eso".

Empapada de su rol de animadora, dice que el éxito y la trascendencia que aún tiene Viña se extiende al resto de los canales: "Por algo el 2015 cumple 56 años. El público quiere ver festivales, quiere ver artistas sobre el escenario y eso se ve reflejado en la cantidad de festivales televisados este verano. Si no fuera por Viña, no existirían los otros".

En la misma línea, la animadora hace una defensa implacable de la parrilla de artistas, la que está marcada por números que en su totalidad ya pasaron por Chile el año pasado y la casi nula presencia femenina.

"Muchos de los artistas que están para este año son los mismos nombres que fueron nominados y premiados en los Grammy Latinos y en los Grammy americanos. Ellos son los fenómenos musicales que marcan tendencia. Uno prende la radio y escucha a Romeo Santos, Luis Fonsi, Vicentico y Alejandro Fernández, por ejemplo". Y en el ámbito más personal, De Moras se declara "arjoniana" de corazón, y una gran fan de Emmanuel, dos baladistas que pasarán por la Quinta Vergara.

Y, sobre la falta de mujeres, agrega: "En la actualidad, en el circuito musical latino, hay poca mujer sonando. No se me ocurre ningún nombre de una cantante que esté marcando tendencia ahora, como sí lo hace Yandel".

Por el lado de los humoristas, la compañera de Rafael Araneda, antes de opinar, hace el ejercicio de acordarse de Ruddy Rey, el cómico que fue pifiado el año pasado. "Fue muy duro y penoso. Uno sabe que hubo una preparación previa y que él trabajó mucho para subirse a ese escenario, pero la Quinta Vergara es otra cosa, y el que se sube sabe a lo que se expone", explica. Este año, De Moras destaca a Arturo Ruiz-Tagle, y espera que no falte el personaje de "Arturito", un clásico del cómico, porque confiesa que "me encanta de siempre".

Con un Festival de Viña en el cuerpo, la animadora de Pequeños gigantes comprende perfectamente que todos los ojos están puestos sobre ella y su look en las cinco noches, comentario obligado de los días festivaleros. Por eso, no se despega de su asesor Pablo Gálvez, con quien escogió los nombres de los diseñadores. Y, al igual que en la lista de artistas, no hay ningún crédito femenino. Claudio Mansilla, Juan Carlos Failer, Rodrigo Valenzuela, Matías Hernán y Claudio Paredes son los modistos que la vestirán. El año pasado, en su debut, De Moras fue muy criticada por el vestido que usó, el que creó Karyn Coo y el que fue modificado por su equipo debido a una fugaz baja de peso que experimentó.