Dos y media de la tarde y la senadora Carolina Goic está en el segundo piso de la Confusam, en calle Fanor Velasco, junto a un grupo de dirigentes. De repente una representante de la coordinadora NO + AFP se le acerca y le pregunta amablemente por qué aprobó la actual reforma de pensiones. "Es más de lo mismo", critica.
Goic responde pero luce cansada. Es 5 de octubre, se celebra el triunfo del NO y la candidata de la DC lleva seis horas haciendo campaña.
Su día empezó en la sede de la CUT cerca de La Moneda, donde la candidata de la DC, y Alejandro Guillier, Beatriz Sánchez, Alejandro Navarro y ME-O se reunieron para exponer sus ideas en una sala llena de sindicalistas que cantaban "la derecha no", una adaptación de la cumbia "la gallina no". Ahí Goic sonríe y aplaude tibiamente el pegajoso estribillo hasta que en la pantalla gigante muestran un video de encuentros de la CUT en regiones, pantalla que de pronto va a negro. Los asistentes bromean y dicen que es un atentado del candidato José Antonio Kast, quien acusó a la organización, Ley Zamudio mediante, de discriminación ante la justicia porque ni él ni ningún otro candidato de su sector fue invitado. Otros siguen cantando "la derecha no, la derecha no".
Ante el problema técnico, le pasan el micrófono a los candidatos, empezando por Goic quien cita a Violeta Parra y dice que "Chile limita al centro de la injusticia". Tras su intervención se va, apurada por sus asesores que le recuerdan que tiene 10 minutos para llegar a una entrevista con Fernando Paulsen en radio La Clave en Providencia. No lo logran y la conversación se inicia por teléfono en el auto.
Terminando el primer bloque entra a la emisora donde la recibe una productora periodística que está con "el colon en la mano". Paulsen le agradece que sí se haya presentado, "porque cuando uno se compromete, llega", agrega en una alusión nada develada al candidato Guillier, quien el día antes dejó plantado al equipo del programa Aquí está Chile de CNN y Chilevisión, espacio que dio las explicaciones desde el estudio vacío.
"Esta es una candidatura que sólo va subiendo", explica Goic sin decir cuáles son las que bajan, cuando Paulsen le pregunta por sus posibilidades de repuntar. Pero desde afuera las cosas no se ven tal como la candidata plantea. En la encuesta Cadem de esta semana ella marca un tres por ciento de voto probable, bastante más abajo de otros sondeos como la última Adimark del 4 septiembre que le daba un siete por ciento. Fue basado en esos números, en función de las devoluciones que conseguiría por el Servel, que su equipo calculó el monto del crédito de 600 millones de pesos que pidió en el Banco Santander para financiar su campaña. Además de eso, cuenta con otros 200 millones de pesos en papelerías, palomas y otro tipo de instrumentos entregados por la DC y una cifra equivalente que se reunió a través de actividades como comidas de apoyo. En total, mil millones de pesos que sirven, entre otras cosas, para ejecutar el trabajo publicitario a cargo de José Antonio Camacho, quien antes realizó esa labor con Ricardo Lagos y ME-O. Él creó el símbolo de campaña –una abeja- y la incomprendida frase "Patria resiliente". En el comando dicen que ese eslogan que fue ampliamente criticado –"es el peor lema de campaña jamás pensado. No sólo no dice nada: si dice algo, es un lamento. Sumamente perdedor", dijo por ejemplo Nicolás Copano- fue diseñado justamente para llamar la atención porque el anterior "Miremos Chile con otros ojos", había pasado desapercibido. "Lo creamos para hacer ruido y nos resultó", dicen. Tanto éxito tuvo, que el 20 septiembre se instauró el tercero: "Yo me atrevo", que es un llamado a ir a votar. Algo que de acuerdo al equipo de campaña siempre estuvo planificado.
Tras terminar la entrevista, la candidata que viene de Magallanes, es trabajadora social y tiene un magíster en economía, se va al MOP a la inauguración de una placa en honor de Patricio Aylwin, y luego a conversar con estudiantes de la Universidad San Sebastián, en Bellavista. El anfitrión y decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Rafael Rosell, le agradece a Goic y les cuenta a los asistentes que pese a que inicialmente había aceptado, Alejandro Guillier no va a participar del ciclo: "Sentía que era personal pero me quedé más tranquilo ayer cuando vi el programa de televisión". Todos se ríen y Goic parte a la Confusam, lugar en el que la esperan unos 30 dirigentes de regiones y el presidente del gremio, Esteban Maturana, y a donde ya va con 15 minutos de atraso.
En el camino la presidenciable se come un pan con palta que una de sus asistentes "se robó" de la recepción y unos frutos secos. Desde el cáncer que la afectó en 2012 intenta comer sano y se abstiene de la carne y derivados de la leche, pero no es fácil lograrlo a ese ritmo. Sin embargo, no todos sus días son así: mientras está en Santiago su agenda es mucho menos agitada, pero cuando viaja a regiones, como el último fin de semana cuando estuvo un día en Pucatrihue, cerca de Osorno, y el día siguiente en Antofagasta, no hay descanso.
En la Confusam Goic explica que está contra la desmunicipalización de la salud, asegura que no irá "un peso más" a las administradoras de pensiones, y declara que es partidaria de una nueva Constitución "que sea la casa de todos", aunque no cree "que todo se puede plebiscitar".
Al terminar, y luego de abrazar a varias personas y sacarse fotos, la candidata queda donde mismo empezó: "¿Carolina, cree que esta reforma al sistema de pensiones sirva de algo?", le vuelve a preguntar la representante de la coordinadora NO+AFP. La senadora magallánica hace una pausa, una mueca y le contesta que la que tenemos es la única propuesta que la oposición apoyaría en el Congreso. "¿Si hubiéramos propuesto sacarlas (a las AFP), usted cree que hubiéramos llegado a algo? Mire la reforma tributaria que terminamos aprobando", dice. Luego se despide cariñosamente y se sube a la camioneta Mahindra negra para seguir su campaña.