Millones y millones de dólares, euros, libras... todo eso es lo que marca a las poderosas Serie A de Italia y Premier League de Inglaterra, que este año verán a dos equipos modestos competir cara a cara con los grandes astros del fútbol mundial, que mes a mes cobran suculentos salarios en medio de las luces y las cámaras.

Son las historias de los humildes Carpi en la península y Bournemouth en la isla británica. Ambos elencos comparten la austeridad y el haber escalado desde las categorías más bajas hasta llegar a la élite de sus países.


EL EQUIPO DE LOS MILAGROS

El Carpi será el nuevo equipo que se codeará con los gigantes del fútbol en el próximo campeonato de la Serie A italiana, todo un milagro y un ejemplo ya que el club cuenta con un presupuesto de tres millones de euros y tiene un estadio para 4.000 espectadores.

El modesto equipo de Carpi, una localidad de Módena (noreste de Italia) con unos 70.000 habitantes, consiguió ayer martes el ascenso a la Serie A italiana a cuatro fechas del final al empatar 0-0 con el Bari, y el próximo fin de semana podrá celebrar el título de liga.

Lo llaman el "club de los milagros", pues en el 2000 desapareció debido a la situación financiera y tuvo que comenzar desde las categorías de aficionados, y hace cinco años militaba aún en la Serie D.

Tampoco frenó su avanzada el terrible terremoto de hace tres años que afectó a toda la zona y especialmente a los empresarios que financian el equipo.

El club es propiedad desde hace seis años de un consorcio de empresarios locales, todo ellos del sector de la moda, y que fueron fuertemente golpeados por el cataclismo.

Los propietarios del pequeño Carpi son Stefano Bonacini y Roberto Marani, dueños de la casa de moda "Gaudì"; el socio de minoría Claudio Caliumi, de la marca "Marilena" y el patrocinador "Blumarine", que pertenece a la familia Tarabini.

Pero la verdadera empresa de este club con 106 años de historia es haber llegado a la Serie A después de haber gastado sólo 100.000 euros en fichajes y con 2,5 millones de euros para los salarios de toda la plantilla. 

Prácticamente la mitad de lo que gana al año cualquiera de las estrellas de uno de los equipos de la Serie A.

Al inicio de la temporada, el objetivo era la permanencia en la Serie B, ya toda una conquista para este club, y por ello no se habían fichado grandes nombres, se había reducido el presupuesto del 40 por ciento y la única locura había sido el fichaje del técnico Fabrizio Castori.

Castori, de 60 años, está considerado como un auténtico talismán para los ascensos, tanto que en su carrera ha conseguido que sus equipos subieran de categoría nueve veces. El técnico y sus hombres han sumado números de récord como los 26 puntos de los 30 posibles conseguidos en casa, en el estadio "Sandro Cabassi" con capacidad para 4.000 espectadores.

El equipo cuenta con cuatro extranjeros, entre ellos el portero brasileño Gabriel, cedido por el Milan, y el delantero nigeriano Jerry Mbakogu, mientras que los jóvenes Antonio Di Gaudio y Kevin Polenta -aseguran- darán que hablar la próxima temporada.

"Son jóvenes sin pasado que darán que hablar en el futuro", pronosticó Castori tras conseguir el ascenso.

"Hemos ganado con un equipo joven - añadió el técnico - Ha sido un camino extraordinario porque nunca podíamos haber imaginado este rendimiento, pero hemos crecido paso a paso. Somos un equipo rock que no tiene miedo de nada".

Castori piensa ya en el futuro y en construir un equipo de Serie A, pero con gente "que tenga hambre y deseo de sorprender".

El único problema es el estadio, ya que la federación italiana obliga a una mayor capacidad, al menos 16.000 personas para las ciudades de menos de 100.000 habitantes. 

DE PEDIR LIMOSNA A LA PREMIER LEAGUE

Nadie lo creía posible hace siete años, pero el Bournemouth vivió en ese periodo un increíble viaje que lo llevó desde el abismo de la bancarrota en la cuarta división a la rica Premier League de fútbol.

El equipo de la pequeña ciudad costera del sur de Reino Unido vio a sus jugadores y dirigentes pedir dinero en una plaza para la subsistencia en 1997. Después, estuvo a punto de quebrar en 2008 y quedar expulsado de la League. Hoy, sin embargo, celebra su ascenso -que todavía no es matemático, aunque tendría que perder por 20 goles para no subir- a la máxima categoría.

"Logramos lo imposible", señaló el presidente del club, Jeff Mostyn. "Hace seis años estábamos al borde del abismo", añadió en declaraciones a la emisora BBC Radio.

En realidad, el viaje comenzó un año antes, en 2008, cuando Mostyn extendió un cheque de 100.000 libras (unos 152.000 dólares) para salvar al club de la quiebra.

La temporada 2008/2009, el equipo fue descendido y compitió en la League Two, la cuarta división inglesa, con -17 puntos, debido a una sanción impuesta por sus apuros económicos. Sin embargo, aquel año mantuvo la categoría y desde entonces no dejó de crecer, ayudado también por la inversión del millonario ruso Maxim Demin.

"Fuimos escalando por las Ligas hasta la Premier League. Es increíble. No creo que haya nadie, ni el optimista más loco de todos, que hubiera pensado que esto fuera posible", explicó Mostyn.

"La realidad es que la próxima temporada vamos a estar hombro con hombro con celebridades del fútbol. Tenemos que estar orgullosos".

El entrenador del Bournemouth, Eddie Howe, asumió el cargo a principios de 2009. "No teníamos nada. Un grupo de aficionados puso dinero de su bolsillo para que el club siguiera con vida y ahora están recibiendo la recompensa", recordó.

"Es el club que yo veía de pequeño, el club que me dio la oportunidad de ser futbolista y entrenador", agregó.

Paso a paso, Howe fue llevando al Bournemouth a la primera división. En 2010 consiguió el ascenso a tercera, en 2013 subió a segunda y ahora ya tienen prácticamente asegurado el cupo a la Premier.

"No tienen nada que agradecerme. Yo soy el que tiene que agradecer. Es un club familiar y se merece este momento", señaló el técnico.

"Es un viaje que no esperábamos emprender, pero gracias al trabajo duro y a ciertas inversiones lo pudimos hacer. Los jugadores estuvieron magníficos y es un logro que se merecen".

El Bournemouth, cuyo estadio -el Goldsands Stadium- cuenta con 11.700 butacas, está segundo de la tabla a un punto del Watford, por lo que podría quedar primero.

"No está en nuestras manos, pero nos prepararemos del modo correcto una vez que terminemos de celebrar esto y volvamos al campo de entrenamiento", explicó Mostyn.

El presidente ya piensa en la siguiente temporada y cree que su equipo puede sobrevivir en la Premier League. Se estima que el ascenso reportará al club 100 millones de libras.