El fotógrafo mexicano Esteban Solís Tamayo y la relacionadora pública de artistas plásticos Pilar Quezada Moreno, una pareja que residía en San Miguel de Allende, en México, no eran quienes decían ser.
Así lo han establecido, hasta el momento, las autoridades judiciales del país azteca. Esas serían, en realidad, las identidades falsas que usaban los ex miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) Ricardo Palma Salamanca y Silvia Brzovic Pérez, ambos con orden de captura internacional en Interpol y en el listado de los más buscados por la justicia chilena.
Palma se encuentra condenado por el homicidio del senador UDI Jaime Guzmán, ocurrido en 1991. Cinco años después, en 1996, escapó en helicóptero desde la Cárcel de Alta Seguridad. Brzovic, por su parte, es indagada por el secuestro de Cristián Edwards.
Estos antecedentes que recabó la policía, según la información que publicó la revista mexicana Proceso, se obtuvieron tras rastrear la red con que operaba en San Miguel de Allende el ex frentista Raúl Escobar Poblete. El ex subversivo, que era conocido en Chile como "Comandante Emilio", fue detenido el 30 de mayo por su presunta participación en el secuestro de una mujer franco-estadounidense. Allá en México usaba el alias "Ramón Guerra".
Palma y Brzovic, quienes tenían una galería de arte en el estado de Guanajuato, también serían parte del grupo que operaba junto a Escobar Poblete. No obstante, actualmente no estarían en México y su paradero es objeto de investigación. Una de las posibilidades que maneja la policía es que se hayan radicado en Cuba.
Así lo aseguró el ministro Mario Carroza, quien lidera la investigación por el homicidio de Jaime Guzmán. Ayer, y consultado sobre ambos prófugos, indicó que "hemos tenido algunas informaciones de que estuvieron conjuntamente con Escobar en México, pero en este momento ya no estarían en ese lugar. Estarían en otro país, probablemente Cuba o en otro sitio, pero sí efectivamente estuvieron con él".
Respecto de las últimas actuaciones que se han hecho en la causa, indicó que "siempre se siguen realizando diligencias, particularmente destinadas a establecer cuál es su paradero, pero por el momento no tenemos novedades".
Ayer trascendió que respecto de Marcela Mardones, la ex frentista que era pareja de Escobar, procesada por el caso Guzmán y quien fue detenida cuando ingresó a Chile a comienzos de junio, solo falta que se le mande a prontuariar para cerrar el sumario en su contra.
Carroza, además, ya recibió el expediente sobre la fuga desde la Cárcel de Alta Seguridad. Este operativo, según la investigación, habría sido liderado por "Emilio". El ministro entregó esta carpeta a la Brigada de Inteligencia Policial (BIP) de la PDI, con el objetivo de que lo analizaran según la óptica del caso Guzmán.
La diligencia tiene como fin establecer si es que alguna de las pistas que aparecieron en esa indagatoria le puede servir en la investigación por el crimen del senador gremialista.
La pista etarra
La célula con que Escobar Poblete actuaba en México sería parte de una agrupación mayor que operaba en el país azteca dedicada a realizar secuestros. Se trataría de un grupo formado por guerrilleros de distintos países que han operado en Brasil, México y España, cuyo liderazgo ideológico y estratégico proviene de la ETA vasca.
Así lo señala la revista Proceso, que añade la declaración de un ex funcionario federal: "El chileno (Escobar) no es el objetivo del gobierno federal, son los etarras. Los guerrilleros chilenos se cobijaron en estos grupos, con los del Ejército Popular Revolucionario que se separaron. La estrategia, la línea ideológica predominante, viene de ETA".