Edward Smith, el capitán del Titanic, estaba bebiendo en el bar cuando el lujoso barco impactó contra un iceberg, según narró dos días después del naufragio (16 de abril de 1912) una de las pasajeras sobrevivientes en una carta enviada a familiares.

Se trata de Emily Richards, una mujer británica que viajaba en la nave para reunirse con su marido, quien había emigrado a EE.UU. Ella escribió la carta mientras se encontraba a bordo del Carpathia, el buque que recogió a los sobrevivientes del desastre.

En la misiva, Richards contó que "el capitán estaba en el bar, bebiendo, y le había pedido a otros que se ocuparan de la navegación" y respecto al naufragio afirmó sin ambigüedades: "fue culpa del capitán".

Richards y dos de sus hijos que viajaban con ella lograron sobrevivir al naufragio, que le costó sin embargo la vida a su hermano. Le envió dos cartas a su familia luego del hundimiento del Titanic, que fueron conservadas y sucesivamente adquiridas por un coleccionista.

Las dos misivas serán rematadas el próximo 31 de marzo en Devizes, en el Wiltshire, al sur de Inglaterra, con un valor estimado por los expertos en unas 20 mil libras esterlinas.