La Casa Blanca sostuvo hoy que era "evidente" que el atentado contra el consulado de Estados Unidos en Libia era un "ataque terrorista" que podría haber tenido vínculos con Al Qaeda, reforzando una evaluación de inteligencia sobre el brote de violencia.
"Es evidente que lo que pasó en Bengasi fue un ataque terrorista", declaró el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, a la prensa que viaja en el avión presidencial con el Presidente
Barack Obama. "Nuestra embajada fue atacada violentamente y el resultado fue cuatro muertes de funcionarios estadounidenses", agregó.
Los comentarios de Carney respaldaron el testimonio aportado ayer ante el Congreso por Matthew Olsen, director del Centro Nacional de Contraterrorismo, de que el ataque contra el consulado fue un acto terrorista. Sin embargo, Carney no aclaró si el gobierno cree que el ataque fue planificado.
Carney se hizo eco del testimonio de Olsen respecto de que un individuo involucrado en el ataque que acabó con la vida del embajador estadounidense en Libia la semana pasada podría haber tenido vínculos con Al Qaeda.
"Es el mejor indicio que tenemos ahora. Existe una investigación en curso", sostuvo Carney.
En los últimos días, el gobierno de Obama ha suavizado levemente su afirmación respecto de que el ataque no fue planificado y ha dicho que, pese a que no existen datos de inteligencia que sugieran que fue planeado, no se conocen todos los hechos.
La ira por un filme que insulta al profeta mahoma desató una ola de protestas violentas contra misiones estadounidenses y occidentales en el mundo musulmán en los últimos días.
El debate sobre si grupos militantes planificaron el violento asalto en Bengasi y si el consulado estaba protegido adecuadamente se ha vuelto recurrente previo a las elecciones presidenciales.
Los legisladores republicanos exigen respuestas, mientras que el gobierno demócrata trata de defenderse de las críticas respecto a que la misión debería haber estado mejor preparada.