La Casa Blanca dijo que no le debe una disculpa al saliente jefe de la petrolera BP, Tony Hayward, tras un reporte que mostró que la contaminación provocada por el derrame de crudo en el Golfo de México era menor a la que inicialmente se temía.
"Nadie le debe una disculpa a Tony Hayward", dijo en una nota el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, quien insistió que el buen rendimiento de los mecanismos de captura de crudo obedeció en parte a la presión del Gobierno sobre BP para que acelere sus trabajos de limpieza.
"Lo pedimos y demandamos en particular que agilice su estrategia de contención", dijo Gibbs.
El Gobierno dijo que la mitad de los 4,9 millones de barriles de crudo que se vertieron desde el pozo dañado de BP en el Golfo de México había desaparecido, mientras que aún permanece en la zona más de 1 millón de barriles, cuatro veces más que el derrame de crudo del tanquero Exxon Valdez en 1989 en Alaska.
Hayward, ciudadano británico, fue duramente fustigado por los medios estadounidenses por haber minimizado al inicio el derrame y haber pedido tener su vida de vuelta.
El ejecutivo fue presionado por Washington a pedir perdón. BP ha designado al estadounidense Bob Dudley como su reemplazo.