La Casa Blanca recibió hoy con profunda tristeza la noticia del descarrilamiento de un tren en Rusia en el que fallecieron al menos 25 personas y 63 resultaron heridas.
"Estamos profundamente entristecidos por la terrible pérdida de vidas y las heridas que provocaron el descarrilamiento" de un tren que cubría la ruta entre Moscú y San Petersburgo, señaló el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, en un comunicado.
El portavoz aseguró que los miembros del Gobierno de EEUU acompañan en su pensamiento a las familias de las víctimas mortales y desean una pronta recuperación a aquellos que resultaron heridos en el accidente, muchos de los cuales se encuentran graves.
El tren de pasajeros número 166, el "Nevski Express", que alcanza una velocidad de hasta 200 kilómetros por hora, había salido de la estación moscovita Leningradsky a las 19.00 hora local (16.00 GMT) y su llegada a San Petersburgo estaba prevista para las 23.30 horas.
Los cuatro últimos vagones del tren descarrilaron entre los kilómetros 285 y 286 por motivos que aún se desconocen.
A bordo del tren, compuesto por 14 vagones, uno de ellos restaurante, viajaba un total de 633 pasajeros y 20 empleados de Ferrocarriles de Rusia.
El accidente se produjo a las 21.34 hora local del viernes (18.31 GMT) a unos 25 kilómetros de la ciudad de Balogoye, en el tramo entre las estaciones Aleshinka y Uglovka, según el comunicado oficial de Ferrocarriles de Rusia.